lunes, febrero 21, 2005

Extraño sus labios jugosos. Su saliva sabor a fresa. Sus delicadas manos, pequeñas; siempre buscando las mías. Sus ojos cafés, que brillan de noche y día, que esculpen mis emociones como si fueran de plastilina.

Extraño su aliento de exquisito olor, que envuelve mi atención y mis neuronas a cada respiro. El calor que me provocan sus piernas, su sonrisa transparente y su mirada de alegría capaz de provocar reacciones atómicas en la boca de mi estomago.

Quiero que vuelva pronto porque siento que el tiempo son lijas que desgastan mi cuerpo. El tiempo es denso y presiona con fuerza mi pecho. Quiero que vuelva porque ha dejado de haber color en mi vida, se apagaron mis oídos, la felicidad fue cubierta por una nube.

La extraño tanto…
Muchedumbre…
Hace tiempo abandoné mi blog original.
Ahora ha renacido con sangre nueva.

***

Se sintió apartado. Muy alejado de la realidad. Todos lo miraban como bicho raro por sus ideas y sus sueños. Así es de cruel la realidad, destructora de sueño.

Todo ha sido una desilusión. Lagartos negros se aproximan a devorar la única llama que alumbra su camino. El maldito equilibrio, ¿porqué tiene que quitar? ¿Porqué no dejarte solo ganar?