martes, marzo 31, 2009

¿Colmex o CIDE? Parte 2

A petición de algunos comentarios de los lectores del blog y de que algunas personas me han pedido información acerca de la maestría en economía del Colegio de México, voy a hacer una serie de posts relacionados con este tema.

Esta primera parte está basada en información del blog del profesor Gerardo Esquivel y aquí publico algunos de los egresados del Colegio de México que han logrado entrar a un Phd en las universidades TOP de los Estados Unidos y Europa.

La intención de este post es mostrar que la formación del Colmex rinde frutos si tu objetivo es dedicarte a la academia. Al mismo tiempo responder al reto de un comentario que me pedía que comparara al CIDE y al Colmex por número de alumnos que están estudiando o lograron terminar satisfactoriamente su Phd.

Desafortunadamente, a pesar de varias peticiones, el CIDE no me ha contestado mi correo electrónico donde le pido el seguimiento de sus alumnos de maestría, por lo que no podré hacer esa comparación. Sólo me limitaré a mostrar donde están actualmente los exalumnos de la maestría en economía del Colmex que siguieron una vida académica:

1995-1997 (22):

Lucía Buenrostro (Ph.D. Warwick U.)

Leonardo Gatica (Ph. D. U. of Texas-Austin)

Carlos Ponzio (Ph. D., Harvard U.)

Antonio Ruiz Porras (Ph.D., Nottingham U.)

1996-1998 (13):

Larissa Campuzano (Ph. D., Rochester U.)

Salvador Navarro (Ph.D., U. of Chicago)

Esaú López Herrera (Ph.D., Essex U.)

Gonzalo Rangel (Ph.D., U.C. San Diego)

1997-99 (23)

Andrés Aradillas (Ph.D., U.C. Berkeley)

Juan Carlos Chávez (Ph.D., Cornell U.)

Babur de los Santos (Ph.D., U. of Chicago)

Flor Angélica González (Ph.D., U. of York)

Carlos Felipe López Suárez (Ph.D., U.C. Berkeley)

1998-2000 (17)

Karina Caballero (Ph.D., U. Siena)*

Raúl Razo (Ph.D. U.C. Berkeley)

José Antonio Rodríguez (Ph.D. U.C. Berkeley)

Erica Soler (Ph.D. Penn U.)*

Viviana Vélez (Ph.D., Penn U.)*

1999-2001 (16)

Cecilia García (Ph.D. Calgary U.)*

Jorge Omar Moreno (Ph.D. U. of Chicago)*

Irving Rosales (Ph.D. Calgary)*

Mario Solís (Ph.D. U. of Minnesota)*

Jorge Alberto Uribe (Ph.D. Sciences Po. Paris)

Armando Zavaleta (Ph.D. Calgary)*

2000-2002 (14)

Raymundo Campos (Ph.D., U.C. Berkeley)*

Angeles Chávez (Ph.D. U. de Siena)*

Roberto Vélez (Ph.D., Oxford U.)*

Kaoko Yamura (Ph.D. Kobe U.)**

2001-03 (15)

Eva O. Arceo (Ph.D., U.C. Berkeley)*

José Eduardo Mendoza (Ph.D. Wisconsin U.)*

Miriam Juárez (Ph.D. Texas A&M)**

2002-04 (21)

Francisco J. Arias (Ph.D., U. of Chicago)*

2003-05 (16)

Iván Cajeme Villarreal (Ph.D., U. of Chicago)*

2004-06 (17)

Alfonso Alvarez (Ph.D., Georgetown University)*

Manuel Orrantía (Ph.D., Toulouse U.)*

Fabián Méndez (Ph.D., Texas A&M U.)**

Jaime Lara (Ph.D., U. Texas-Austin)**

2005-07 (14)

Jesús Arellano (Fox Fellow, Yale U.)**

Alfredo Salgado Torres (Ph.D., U. Carlos III)*

2006-08 (14)

Lizbeth Leyva (Fox Fellow, Yale U.)**

* En proceso.

* Aceptados.

El número entre paréntesis indica el número de personas que egreso en esa generación. Si alguien tiene información del CIDE y es tan amable de mandármela, podemos hacer la comparación.

lunes, marzo 23, 2009

La historia de la mariposa y el escarabajo

cPara mi pichita

Era un escarabajo como cualquier otro. Me divertía jugando entre la humedad del viejo charco, subiendo a los árboles más altos, comiendo todo el día, luchando con otros escarabajos para mostrar que era más fuerte; mi vida era una vida común y corriente hasta que la conocí.

Primero no me impresionó, sólo pudimos ser los mejores amigos. Era la oruga más divertida que había conocido, y a pesar de la mofa de mis compañeros escarabajos, y que ella era lentísima para moverse, cada día era más feliz a su lado. Recuerdo que una vez cayó al viejo charco desde una rama muy alta, me sentí desfallecer y me lancé inmediatamente a rescatarla. Ella me lo agradeció segregando un poco de su baba en mis poderosos cuernos y fue la experiencia más maravillosa.

Dicen que la felicidad no es para siempre, y en el momento en que más la amaba las cosas cambiaron, ella empezó a cambiar de humor y cada vez se distanciaba más de mí. Un día de otoño, subió a la rama más alta del árbol y construyó un hermoso capullo, donde se metió y no volví a escuchar su voz en mucho tiempo.

Todo el tiempo permanecí a su lado, enamorado, recordando cada segundo junto a ella. La vida no era justa para mí, pero no importaba, podía esperar…

Finalmente meses después (años para un escarabajo), ella salió. Era la mariposa más hermosa que este mundo ha conocido, alas radiantes multicolores, cuerpo esbelto y maravilloso, antenas gráciles y sonrisa eléctrica. Pero había algo que no había cambiado en ella: sus ojos y su mirada intensa en la cual tantas veces me perdí. Lo nuestro ya no podía ser, yo estaba atado al suelo de por vida y ella a ser libre y volar entre las flores. Yo la amaba profundamente pero la tuve que dejar ir.

Desde ese día viví soñando y me prometí a mismo ser el mejor escarabajo del mundo, para algún día poder renacer y estar más cerca de ella, para poder amarla como a mi igual, para encontrar mi lugar el cruel destino que atrapo en nuestros cuerpos en especies tan diferentes.

Nunca pude estar con un escarabajo mujer, pero fui muy bueno. Compartí mi comida, enseñe a los niños escarabajos a ser buenos, nunca destruí una planta, es fin, todo un ejemplar.

Luego llegó el momento y tuve que morir. Pero la historia no acaba ahí, renací. Ahora era un ser humano y decidí mirar profundamente a todas las mujeres que conociera con la esperanza de volver a ver esa mirada que tanto cautivo mi vida.

Había perdido la fe y comenzaba a pensar que quizá algún día encontraría esos hermosos ojos en un ave, en otra mariposa o simplemente jamás los volvería a ver. Hasta que ocurrió un día, en un retrovisor de un auto, los ojos más hermosos que he visto en mi vida se reflejaron, ojos rodeados de pintura negra, con mirada profunda e intensa. Me perdí nuevamente y supe que había encontrado a mi amada mariposa. Creo que ella también me reconoció.

viernes, marzo 13, 2009

Escaleras subterráneas de agua

La nada es algo, la ausencia de algo es la existencia de la nada. Así como los cohetes de China que atravesaron el mundo pare meterse en tus pulmones y expulsaste con un estornudo. Si quieres saltar en un río es necesario primero aprisionar todos los fantasmas de tu mente, libéralos con un chorro de orina caliente y luego bébete todo el arco iris.

El jueves es peculiar, ofrece n perspectivas de un día, también la luna se esconde esos días y el sol a veces perfora las nubes. Pero si llueve, la tierra se convierte en esponja y libera perfume para las libélulas. En el fondo, donde nadie se atreve a ver, el topo crea escaleras subterráneas de agua.