jueves, diciembre 30, 2010

Robo-Zombie

Yo siempre insistí: hace 200 años que la humanidad debió dejar de existir. Nadie me hizo caso. Cuando llegué a la presidencia del gobierno federal en 2212, mi discurso giró en torno a ese tema, 4 años después, no me pude reelegir, mis amigos me odiaron, mi partido me expulsó, mi esposa me dejo y desde entonces no he vuelto a ver a mi hija.

¿Pero qué dicen ahora? Dejarlos vivir si resultó un peligro para nosotros. Mis adversarios me llamaron genocida, que la vida se respeta y que no fuimos creados para ese propósito. ¿Qué mal podrían hacernos esos seres inferiores constituidos por débil carne? Nosotros, los amos absolutos de la Tierra, superiores en inteligencia, hechos de materiales resistentes, invencibles ante los gérmenes que una vez causaron estragos a la humanidad, capaces de vivir sin aire, sin alimento, sin agua… ahora, no somos nada.

Los hackers lo lograron. El grupo revoltoso de humanos, que se escondían en las cloacas, lo lograron. En nuestra programación no estaba previsto, nuestro error ha sido simple: arrogancia. Creímos que el hombre había creado algo perfecto: nosotros. Ahora, el mismo hombre, lleno de temores, envidias, dolores, el hombre mortal, nos ha condenado a morir por nuestra propia mano.

Un virus. Irónico, la palabra que evolucionó de un ser orgánico a una serie de algoritmos fue ignorada por siglos. La palabra que causo estragos a la humanidad, ahora hace lo mismo con nosotros. Desaparecieron los doctores de nuestra clase, ya no era necesario que existieran vacunas y antivirus. Ahora, el virus cibernético, entró a la red y es capaz de mutar, se trasmite por el simple contacto de nuestros cuerpos metálicos. Nuestros poderosos cuerpos son nuestra perdición, el metal es conductor.

El virus, debido al incomprensible sarcasmo de la humanidad, lleva el nombre de Robo-Zombie. ¿Los efectos? Hacer que nos comportemos violentamente, nos ataquemos los unos a los otros y propaguemos el virus. El imperio Robot ha caído, si alguien encuentra este manifiesto serán esos horrendos primates orgánicos y se burlaran, pero quería dejar vestigios de lo que fue una efímera cultura de 2 siglos. Cuánta razón tenía, pero mi victoria me sabe amarga… creo que ya vienen, escucho ruidos en la puerta… adiós, mis hermanos, adiós mundo eléctrico, llevaré siempre en mis circuitos… NOOO.

miércoles, diciembre 29, 2010

¿Viajar en el tiempo? parte 3

Parte 1


Es de suma importancia leer la primera y segunda parte.

Todo está tiene forma de círculos, incluso la vida.

Había viajado 20 años hacia el futuro. Tenía una nueva vida, completamente extraña, que no hacía ningún sentido con mis vivencias anteriores. Era un leñador, mi nombre era Jaime y vivía con mi madre una anciana señora que pasaba todo el día cocinado y haciendo labores del hogar. El señor X tenía razón, viajar en el tiempo entrañaba consecuencias más allá de nuestro control.

Tuve que adaptarme a mi nueva vida. Talar árboles, tomar cerveza en un pequeño bar del pueblo, vivir una vida campirana con tan solo 100 vecinos, los cuáles aprendí a tratar casi inmediatamente. Mi salario era muy bajo, pero alcanzaba perfectamente bien para la vida sin lujos que llevaba con mi nueva madre.

Intenté viajar en el tiempo nuevamente como unas mil doscientas veces. Era una obsesión constante y apremiante en mi nueva vida. No podía dejar de pensar en el error que había cometido, recordaba aún la vida donde mi padre había muerto, ¿en qué realidad estaba ahora?, no tenía los medios ni la imaginación suficiente para emprender una búsqueda de mi otro yo y mi familia. ¿Era eso posible?

Sin ningún resultado, dejé de intentar viajar en el tiempo 10 años más tarde. Por más que me concentré, mi sueño recurrente jamás volvió, y la esperanza de volver a ser realmente yo se fue desvaneciendo lentamente. Tuve que conformarme con mis nuevas habilidades físicas, mi capacidad de tomar mucha cerveza de barril y mi poca habilidad para encontrar una compañera. Vivía con la anciana, que me hacía de comer, me limpiaba la ropa y hacía todo por mí, cómodamente me adapté, ya con resignación, a mi nueva vida.

Después de unos cuantos años, mi vida tenía paz, tenía pocos amigos, respiraba aire puro del bosque, convivía todos los días con mi madre y me sentía lleno de energía. En días grises aún me perseguía de pronto el recuerdo de mi padre muerto, ¿qué sería de mi cuando abandoné mi cuerpo?, esa ola de pensamientos me azotaba de pronto en cualquier lugar, y me dejaba en un estado ausente, que a mis amigos o a mi madre preocupaban. Cuando me preguntaban ¿qué estas pensando? No sabía que responder, permanecía callado y a veces sólo contestaba "nada".

Un día, regresé del trabajo y encontré la puerta de la cabaña abierta. Me pareció extraño y entré con cautela. Encontré a mi madre muerta en el suelo, desangrada, había sido asesinada a sangre fría. El shock inicial me dejó petrificado y cualquier sentimiento que podría sentir se convirtió en rabia, en un odio poderoso que recorrió todo mi cuerpo. Repentinamente un destello rojizo acompañado de un dolor intenso, se dejó sentir en mi ojo, el maldito asesino seguía en la casa y me atacaba con un arma. Mi fuerza se desató, ataqué al asesino con una fuerza descomunal, lanzando un alarido bestial que provocó que la inmovilización total del asesino. Yo aproveché la situación para descuartizarlo en, literalmente, 50 pedazos.

Varias horas después rompí en llanto. Enterré al asesino en las afueras de la cabaña, y mientras lo hacía, miles de pensamientos acudieron mi cabeza, ¿por qué estaba muerta mi nueva madre? ¿Esto hubiera pasado si yo no hubiera viajado al interior de Jaime? ¿Habría forma de encontrarme a mí mismo y de saber en qué realidad estaba?

Abatido, regresé a mi casa, estuve varias horas más viéndome en el espejo, la herida de mi ojo continuaba sangrando, mis ojos cafés profundos, mi rostro barbado, de pronto entendí. Sabía quién era, sabía qué hacer, sabía por qué había ocurrido todo, sabía en qué realidad estaba. El mundo era simple, era un círculo.

A pesar de saberlo, tenía que comprobarlo. Fui a un café internet, entré a un foro y empecé a escribir "cómo viajar en el tiempo". Varios meses más tarde, tenía un correo electrónico, era yo.

miércoles, agosto 25, 2010

¿Política Industrial en México?

Yo también me sorprendí cuando mis jefes (César Hernández Director General de Comercio Exterior de la SE y Lorenza Martinez Subsecretaria de Industria y Comercio de la SE) me pidieron que hiciera un análisis para identificar el porcentaje de integración nacional que tienen las plantas manufactureras del programa IMMEX. - ¿Para qué?  - Pregunté.

 

Después de investigar y hablar directamente con César Hernández, me dijo que el plan era negociar con Hacienda reducir el régimen de maquiladora pura. Actualmente, las maquiladoras puras son consideradas aquellas que utilizan menos del 10% de sus insumos nacionales, estas empresas tienen privilegios fiscales (pagan menos impuestos).

 

El objetivo de la Secretaría de Economía es incrementar este porcentaje en una primera etapa a 35%, así las empresas manufactureras tendrán más incentivos a comprar insumos nacionales sin miedo a perder su beneficio fiscal. ¡La política actual penaliza el encadenamiento productivo!

 

Al mismo tiempo, la SE planea dar otros apoyos a aquellas cadenas que tengan un porcentaje mayor de integración nacional, por ejemplo, facilitando trámites, creando regímenes especiales, etc.

 

Interesante ¿no? ¿Pasará?

viernes, julio 16, 2010

¿Viajar en el tiempo? Parte 2

Todo lo que sabemos es una conjetura.

Ver parte 1.

La vida era buena. Volver a vivir nuevamente todo con experiencia era como renacer con poderes mágicos. Había ganado el Melate, mi familia tenía más dinero ahora que cuando viví todo por primera vez. Teníamos una casa nueva, la camioneta familiar que siempre quisimos; pero, mi vida personal, era lo que más había cambiado.

Logré mantener a los mismos amigos de siempre, aunque no podía evitar el aburrimiento de sus diálogos inexpertos. Ahora encontraba más diversión con un libro y escuchando donde antes opinaba. También era fácil tomar con completa tranquilidad los problemas que anteriormente me habían parecido una tormenta.

En la escuela era el número 1. En mi primera vida había sido un buen estudiante, con promedios arriba del 8. Ahora, era el mejor de todos. Los maestros me adoraban por mi madurez y capacidad de reflexión. Las vivencias de mi primera vida me hacían más atractivo para mis compañeras, ya que mi mente era varias décadas superior a la de mis compañeros.

Todo era perfecto, pero cambiar el pasado tiene consecuencias y la vida se desarrolló de manera diferente. Los primeros síntomas negativos que descubrí fue el cambio de actitud en mi familia. Aquella familia muy unida, que sabía disfrutar los momentos más simples, se había dejado corromper por una vida de lujos e individualismos. Mis hermanas ya no eran mis amigas, mi mamá pasaba todo el tiempo en reuniones de "sociedad" y la adicción de mi padre al juego, se había vuelto un problema tan grave, que había perdido su trabajo.

Ante esta indeseada situación, tuve que planear soluciones. Cuando cumplí los 18 años (2 años después de mi regresión al pasado), me apoderé de todo el dinero (que finalmente yo había ganado) y lo condicioné. Yo administraría el dinero que gastaban todos, los inconformes tendrían que buscar su propia manera de conseguirlo.

Fue un error. Todos se enojaron, mi familia me odiaba y para colmo, en los primeros días de diciembre, mi papá desapareció. Esta terrible situación nos unió un poco y comenzamos a buscarlo por mar y tierra. Gastamos la mayor parte de nuestro dinero en encontrarlo. Al principio creímos que había sido secuestrado, después, resultados de las investigaciones, solo nos desconcertaban más.

Varios meses después, encontramos a mi padre muerto. Al parecer debía dinero a las personas incorrectas y le habían cobrado con su vida. El mundo se vino abajo, todo lo que una vez creí que podía mejorar, lo había destruido por completo. Lloré por semanas, nadie podía saber que la carga que llevaba era enorme. Yo había provocado esto. En mi primera vida, tomé decisiones prematuras y no pensadas, que me habían ocasionado problemas temporales, pero nada comparado con esta nueva realidad.

Tenía que volver nuevamente al pasado, ya tres años atrás. Tenía que arreglarlo, debía de tomar decisiones más simples, no buscar la riqueza y disfrutar al máximo a mi familia. Nada tenía sentido ahora para mi. Afortunadamente todo tenía solución, con el maravilloso poder de viajar nuevamente al pasado, así que decidí concentrarme en repetir la operación que había realizado en el futuro o en una realidad paralela.

Durante varios días no comí nada, tratando de lograr el mismo estado que había logrado la primera vez que viaje al pasado. Todo era en vano, no podía dejar de pensar en mi padre muerto, en mi mamá destrozada, en mis hermanas desconsoladas y en lo que había sido mi primera vida. Hasta que un día, lleno de cansancio por tantas noches en vela, entré en transe y apareció mi sueño: Todo era igual, excepto una cosa, el mar era rojo, rojo como si se tratará de un mar de sangre. En mi sueño original el mar era azul brillante. Todo lo demás era exactamente idéntico, caminé hasta la fila donde la estatua me interrogaría y hablaría de mis pecados. Decidí repetir el proceso como lo había hecho la primera vez, corrí con todas mis fuerzas evadiendo a la estatua hacia la entrada, el sueño empezó nuevamente a desvanecerse como la primera vez y abrí los ojos.

Mi entorno era extraño, se oía crujir madera en una chimenea. Las pareces eran de madera rústica y había una ventana justo frente a mis ojos, afuera nevaba. Esto no lo había vivido antes ni después. Me paré y sentí que veía las cosas desde una altura desconocida, mi cuerpo era robusto. Desesperado busqué un espejo y encontré una mirada desconcertada, un hombre con panza pronunciada, con pómulos saltados, abundante bigote y camisa de cuadros.

Desde lo lejos escuché una voz femenina "Jaime, ¿ya te levantaste?, ven a desayunar".

Y de pronto lo supe… ¡alguien tenía el mismo sueño que yo, con una mínima diferencia y eso me había hecho viajar, pero no en el tiempo, si no en el espacio! ¿Dónde estoy?

jueves, junio 17, 2010

¿Viajar en el tiempo? Parte 1

Cuidado con lo que sueñas… puedes despertar en la luna.

 

Siempre quise viajar en el tiempo, pero todas las leyes de la física me lo impedían. Justo cuando cumplí 70 años, cerca de la muerte, fue cuando decidí que viajar en el tiempo era primordial. Se convirtió en mi gran obsesión, leí muchos libros, investigué todo tipo de fuente, exploré todos los folklores y ciencias del mundo,  no encontraba nada concreto.

 

Me preparé por si algún día lo lograba. Memoricé todos los números del Melate cuando el premio llegaba a la cúspide. Aprendí de deportes y sus estadísticas. Mi objetivo era viajar al pasado y vivir una gran vida en el tiempo que me tocó vivir, no pretendía vivir un pasado que no me perteneciera, ni tampoco un futuro.

 

Finalmente encontré algo contundente. Lo encontré en un foro de internet, milagrosamente, algo que se veía absurdo pero a la vez muy lógico. Una persona aclamaba haber aprendido a viajar en el tiempo, pero temía probar su teoría. La única forma de  hacerlo era a través de los sueños, la forma era crear un estado mental de vigila, posteriormente recordar un sueño en el pasado que contuviera exactamente lo mismo, es decir, que fueran mediblemente iguales.

 

¿Cómo se mide los sueños carajo? Fue lo primero que pensé. Una vez descifrado exactamente el tamaño espacial y temporal de un sueño pasado, uno podía concentrarse para entrar en un estado especial se donde recreara el sueño, una vez dentro del sueño, podía despertar en el pasado, pero en el mismo cuerpo, años atrás, con todos los conocimientos adquiridos en vida.

 

Increíble. Después de años de investigación, me encontraba con las anotaciones de algún loco que había descubierto algo, en teoría. ¿Valdría la pena probarlo? El autor de la teoría temía resultados catastróficos. Lo más probable es que sólo se pudiera viajar al pasado (contrario a la teoría de la física), y por otra parte, no sabía si el sueño solo era intertemporal, quizá podría trasladarnos a otra dimensión, totalmente hostil a la vida común del ser humano.

 

Sin mentir, confieso que leí el texto del foro como unas 20 veces, pero no podía interpretar todo correctamente. Decidí contactar al autor, le puse al tanto de mi obsesión y que debido a mi edad, tenía valentía demás para intentar utilizar su método de viajar en el tiempo. Pasaron meses y perdía la esperanza, cuando un día en mi correo electrónico estaba la respuesta. La persona (la llamaré Señor X) estaba dispuesta a verse conmigo, si estaba consciente de todos los peligros en los que podía incurrir.

 

Nos vimos una noche de junio, el Señor X era una persona alta, de ojos café penetrante, barba blanca y piel blanca, además tenía una extraña cicatriz en su ojo izquierdo. Me explicó que cuando viajara al pasado, el futuro dejaría de existir, entraría a una nueva realidad, es por eso que no podría volver al futuro. "Ni a quien le importe" le contesté someramente. También me dijo que tenía que hacer todo lo posible para recordar un sueño recurrente de mi juventud, que si elegía un sueño recurrente, sería más fácil atinar al tamaño exacto del sueño cuando lo recreara.

 

Prometimos reunirnos en una semana, para tratar de entrar en trance y evocar el sueño. En esa semana pensé arduamente en sueños de mi juventud. Después dedos días tenía claro el sueño que debía utilizar: Cuando estaba en preparatoria tuve un sueño recurrente en el que moría, después mi alma se transportaba a una hermosa playa de mar azulísimo, me acercaba a una tremenda fila para entrar al cielo, justo en la entrada había una estatua que cuestionaba mis pecados cometidos en vida, la estatua decidía que yo no era apto para entrar y entonces despertaba bañado en sudor.

 

Nunca entendí el significado del sueño, si es que existe alguno. En esos tiempos mi fe en dioses y deidades había desaparecido.

 

Decidí utilizar el sueño el día que nos reunimos el Señor X y yo. A él le pareció el sueño adecuado y empezamos. La idea era entrar en transe y meditar, concentrarse en el sueño. El Señor X me ayudó poniendo somníferos en una pepsi y me dijo "prométeme por favor que sólo usarás este método una vez", se lo jure por la vida y  después me concentré. Tarde varios minutos en entrar en el transe correcto, pero de pronto ahí estaba, era mi sueño, se estaba repitiendo tal cual, pero esta vez yo era consciente del sueño.

 

Caminé por la enorme fila ignorándola y llegué a en donde estaba la entrada al cielo, y la estatua me habló nuevamente de mis pecados, como ocurría siempre en mi sueño. De repente, cuando sabía que mi sueño iba a acabar, corrí con todas mis fuerzas hacia la entrada, la estatua gritaba "DETENTE", pero corrí y corrí, de repente, el mundo del sueño empezó a desaparecer y escuché una vez "despiértate, despierta ya". Abrí los ojos lentamente y vi la pared de mi cuarto: Pop Art, estrellas plateadas, pared gris, poster de Monet y mi padre cejudo, con abundante bigote dijo: "Levántate ya Luis, ya nos vamos a las Vegas". Indudablemente era el pasado, ¡Lo había conseguido!

miércoles, junio 16, 2010

martes, junio 01, 2010

He regresado

Después de todo el año si ponder escribir he regresado. El problema radicaba en que mi trabajo tiene bloqueado la página de blogger, entre otras cosas. Generalmente mi hora de escribir es en la mañana, ya que por la tarde, al llegar a mi casa, prefiero hacer otras cosas.

En hora buena!

saludos