domingo, diciembre 06, 2015

Vida líquida

La vida es evasiva. El tiempo pasa y me sigue eludiendo. La felicidad, la tristeza, la melancolía y el dolor. Todo lo mezclamos en un crisol, lo calentamos, lo enfriamos, lo ingerimos, respiramos; después emana de nosotros para llover sobre alguien más. La vida es algo que nunca entenderemos. Somos limitados, no lo creemos y buscamos sin saber que no es necesario. Tenemos todas las tardes de su vida, todos los instantes (¡qué son infinitos!) de nuestra juventud, y a pesar de todo, no soñamos con ser viejos.

¡Amo mis canas!


Me gusta cada día, me gusta renacer a cada instante y el viaje que hago entre mis recuerdos. Todas las mañanas selecciono una memoria de cinco minutos, la palpo, la saboreo y la muestro aunque nadie la vea. Y luego el amor, que prescinde a tantos y los confunde con la carne y la estética. Ahora que he visto al amor de frente, que sé que la pasión tiene muchos colores, sonrío ante lo rústica que puede parecer la vida.

sábado, julio 25, 2015

Escritor

Como un escritor que olvida hacia donde va el viento, así se cuela entre mis ojos electrones por doquiera. Como si mi corazón ya no aguantara más, como si el agua ya no fuera transparente, sino roja, roja carmesí como tus labios.

¿Cuantas veces hace falta repetir lo mismo? La complejidad del mundo no me corresponde. Soy bohemio y mágico, de lado del menospreciado, agachado entre las hierbas, esperando el momento, agazapado, pero listo.

Así las nubes. Así el cielo azul. Entre tus manos se convierte la esperanza y regresa ese destino en que mis palabras se transforman en un velo, y la realidad ya no es clara, sino lo contrario.

martes, abril 28, 2015

Desierto, día y noche

Un fuego, un fuego solo, un sólo fuego
un fuego como río atravesado
y desierto atesorado;
la danza de unos de tus cielos
que no testiguan nunca
la flama de mi acto;
una mano roja, una espalda que adormece
como la sombra curva que desciende
cuando toca la cima de la aurora;
unas piernas, fuentes del clamor;
unos muslos entre sombras que se rosan
en mi tacto rojo por la tarde;
un pecho que me atrapa
y transforma las luces;
un sueño, sólo un sueño,
unos labios tan sólo,
unas palabras mansas que trascienden

como alma sepultada por la arena...

Dedicado y basado en Octavio Paz