martes, mayo 26, 2009

Esperando la próxima supernova



Por ti esperaré hasta que el sol se convierta en una supernova. Esperaré pacientemente a que la entropía se haya comido cada indicio de luz en el universo y lo único que pueda brillar sea mi amor, escondido entre las estrellas más lejanas del último anillo del universo.

Esperaré, moriré y reviviré. Seré tu zombie atado en el árbol de tu patio. Y cuando la arena se haya lavado en el mar y los ríos se hayan secado, estaré ahí al final, debajo del lodo, entre tus uñas, en tu ropa sucia, en kleenex con tus mocos, estaré esperando.

Cuando hayan acabado las guerras del mundo, cuando no haya más humanidad y la vida se haya movido de planeta en planeta, yo seguiré esperando, siguiendo tu alma, pegado como musgo en tu pierna, lamiendo tus pisadas, respirando cada cosa que tus manos hayan tocado, escondido entre tu sombra, rascando tu espalda por las noches y metido entre tus dientes.

Te esperaré por siempre, aunque me lleve una eternidad o dos, me convertiré en el big-bang por ti, no vacilaré, esperaré y cuando todo llegue a su fin, cuando la luz se haya ido y la obscuridad no te permita ver, ahí estaré, cuidándote, a tu lado, siguiéndote hacia la obscuridad.

miércoles, mayo 13, 2009

Más pop art

El día de ayer me topé con más pop art que cualquier otro día de mi vida. Entre la muerte del vocalista de Nacha Pop y que el nuevo tema de la galería Tate Moderm de Londres será “Vida pop: el arte en el mundo material” la cual presentará obras clásicas como las de Warhol y Koons, así como también de nuevos artistas de esta corriente como el japonés Takashi Murakami (ya mencionado antes en este blog) y algunos newbies ingleses.

Después de leer esto en el periódico y recordar mi amor por el pop art, sobre todo por las obras de Lichtenstein, no me fue difícil elegir (en la noche) ver la película de The Factory Girl. Basada en la vida de Edie Sedgwick, para mi gusto la película no es tan buena, aunque debo admitir que me gustó por el contexto plástico y lleno de colores que tanto me gusta del pop art.

En fin, les dejo con algunas imágenes “poperas” favoritas, recuerden que el arte pop es una perfecta ironía del consumismo:


Estuve buscando en la red la foto de un edificio que está en el D.F. en esquina de Nebraska y Río Becerra, pero no pude encontrarla. Es un edifico blanco con rectángulos salientes de color rojo, azul y amarillo. Cuando regresemos del doctorado, Laura y yo pretendemos vivir ahí, con un departamento lleno de sillones rojos, mesitas plateadas, cuadros de Lichtenstein y lleno de sopas Campbells.