lunes, marzo 29, 2004

En el horizonte apenas se distingue la luna bajando. Esta a punto de tocar las tierras nevadas con su grandeza. Se puede escuchar entre las sombras los aullidos de los lobos blancos. Entre la nieve asoma la cabeza una pequeña criatura nocturna. Las montañas nevadas, solitarias y llenas de misticismo. En otros tiempos una gran ciudad posó entre ellas, una ciudad de grandeza y de conocimiento. Solo nos queda un vestigio de la grandeza tecnológica. Un imperio del pasado, destruido por motivos inciertos. Quizá su misma grandeza se sobrepasó a si misma. Su tecnología, sugiere tanta delicadeza y profesa, que se confunden como dioses ante los demás pueblos miserables e ignorantes de la tierra…

domingo, marzo 28, 2004

Esta página no ha
muerto, es solo que, le he dado prioridad a otras cosas. La cuestión es que
seguimos aquí, tratando de descifrar que es lo que pasa.


Hace
tiempo, cuando todavía no existía Roma, ni tampoco las pirámides de Egipto,
existió un camino de piedra, donde había pasto, moho y bichos. Por ahí, pasaba
un jovencito de unos 20 años todos los días. En sus manos llevaba un arpa
dorada. Siempre pasaba por ese camino y se detenía justo en la mitad, puesto que
ahí se encontraba una roca en la que se sentaba y empezaba a tocar el arpa. El
sol salía de entre las nubes y le dedicaba una sonrisa a nuestro personaje.
Después de varios años apareció el desencanto y, se dio cuenta de que la roca no
era tan buena como creía; era áspera e incomodaba bastante si se pasaba más de
10 minutos sobre ella. Así, nuestro joven amigo, poco a poco dejo de tocar cada
vez que pasaba, hasta que finalmente, ignoró a la roca del camino. Sin embargo,
siempre adoró a su arpa.


FIN



lunes, marzo 15, 2004