viernes, junio 23, 2006

Meditando en la meseta


Aquí las mañanas comienzan más temprano y el sol calienta menos. He cambiado el verde por el sol y mis tardes rojas por nubes grises. La vida puede ser sumisa o una fiera indomable.

martes, junio 20, 2006

lunes, junio 12, 2006

Paradoja de la sirena (analogías y supuestos)


Marcos Iw estaba en su barco mirando melosamente la foto de su amada. Pensaba en ella como algo muy lejano, después de haber estado tanto tiempo lejos de su tierra. De pronto su campo visual fue atrapado por la imagen de una mujer muy joven con mirada inocente, llena de vida, de colores, de sabores. Sus labios eran de un rojo no tan intenso, pero brillaban ante la luz del sol y estaban más húmedos que el mismísimo mar. Sus ojos eran expresivos, mostraban inocencia, melancolía, y producían chispas que cautivaban a Marcos, que no podía dejar de pensar que si perdía de vista esa mirada moriría al instante siguiente.

La chica era de baja estatura, de cabello castaño, y no tenía que decir ninguna palabra para que Marcos supiera que conocía su voz desde siempre, que conocía su forma de caminar y su forma de mover la nariz cuando respiraba. Marcos sabía que estaba perdido, que había muerto al instante, sabía que su olor permanecería para siempre circulando por sus pulmones aunque fumara 1000 cigarrillos. Lo único que podía salvar la perdida alma era abrazarla por siempre, sentir su cabello bajo la barbilla, en vez de oxigeno respirar su olor, y beber solo de sus labios.

Paso una nube y todo se obscureció, la visión había desaparecido. ¿Fue real? ¿Cuánto duró? Marcos Iw sintió la terrible sensación de perdida. En cubierta yacía una foto olvidada y arrugada… a su lado Marcos se dejaba caer en su lecho de muerte.

domingo, junio 04, 2006

JS Bach


La lluvia tiene un efecto relajante por las tardes, cuando todo el día ha sido consumido por las nubes grises y el poco de calor que pudimos robarle al sol se ha ido, dejando solo un frío azul y penetrante. El mundo lleno de melancolía y de nostalgia crece como cáncer hacia todas direcciones. Después de eso solo la belleza majestuosa de un cello, de un clavicordio, de las flautas, de violines o algún otro instrumento dibujan lo hermoso que tiene cada cosa que rodea el escenario.

La lluvia cobra otro sentido, se mezcla con las calidas notas emanadas por el cello. La suite va cambiando los colores de azul a rojo, y de verde a amarillo, en ocasiones tiene un efecto contrario, pero los colores cambian gradualmente de una forma maravillosa, produciendo un espectáculo inolvidable.

Las notas del piano se van produciendo en una fabrica similar a la que produce los sueños, entran entre las nubes y las vuelven rosadas; son notas que cambian de sabor, son un poco acidas, pero al contacto con tu lengua se vuelven azucaradas y se deshacen como si fueran de algodón de azúcar. Hay un proceso de retrospectiva, y puedes comenzar a ver cada segundo de tu vida, pero en otros colores, más hermosos que como antes los recordabas.

Se le encuentra la esencia a todo. Comprendes el olor de la boca de tu mujer amada, al fin entiendes el sabor que tiene el agua, el olor del viento, el color de todas las estrellas, la textura de una silla, la radiación que sale tu mente, que tan suave puede ser tu cabello, que tan alta es la mesa de tu casa, cuantas veces cabes tu en otra persona, que el color de la sangre es rojo, pero el rojo no es el color de la sangre, aprendes a respirar perfumes y a dormir entre flores todo el día… la magia si existe, y se encuentra en todos los objetos.

jueves, junio 01, 2006

Paradoja del ser


Me encuentro en constante conflicto conmigo mismo, no entiendo bien como es que fluyen mis pensamientos a través de mi cerebro como descargas eléctricas. Cuando despierto en las mañanas me veo transformado en muchas cosas, al pasar las horas, ya cuando el sol me da de lleno en la cara, mi actitud es otra muy distante a aquella que me vio despertar. Posteriormente llega el ocaso y la sensación de que acabo de nacer se hace más fuerte, el yo de la mañana y del medio día yace en una montaña distante y borrosa.

De repente entiendo. Puedo pasar varios días comprendiendo y sintiéndome orgulloso de lo que soy, aunque con el temor de que algún día termine ese sentimiento. A veces imagino lo que hubiera sido si hubiera tomado otro camino: ¿Sería más feliz? ¿O me encontraría deseando lo que ahora soy? Y es que me dejo cautivar tan fácilmente por la idea de lo que será, a pesar de que cuando ya es, termina de ser interesante.

Me pregunto si algún día tendré paz, me pregunto si algún día este conflicto interno llegará a su fin, o si simplemente es el motivo por cual estoy vivo. Como me hubiera gustado haber nacido muchas veces para poder tener vidas diferentes, o simplemente saltar entre las diferentes realidades, por si me enfado de una tener siempre disponible otra.

Como me gustaría volver a nacer muchas veces.