La vida parece seguir poniendo obstáculos todo el tiempo. Es común. A todos nos pasa. Pasar la vida sin dolor en el pecho, sin caídas y derrotas, no es vida. Es depresivo que todo salga bien. Siempre es mejor dar todo de sí para que haya valido la pena. Sin ese esfuerzo, se escurre toda legitimidad, se desvanece como una cucharada de coffee-mate sobre el café recién filtrado.
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¿Cuál es el objetivo? — pregunta al aire que se hizo Marina. Quizá era retórica, para ella misma y su compañera, su amante. Pero, también existía la remota posibilidad de que la pregunta tuviera más fondo, qué fuera necesaria.
— No sé, sólo bésame otra vez — respondió Ruri. Y se besaron. ¿Había objetivo?