sábado, enero 20, 2007

si? aja

El pasado siempre llega despacio. La lluvia fría de enero remoja mis sentimientos y empieza a oler a cigarro, es como una melancolía ajena, sin embargo, siempre permanece, es imposible dejarla a un lado, es demasiado hermoso.
espera...
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Luis Sepúlveda prometió un día a sus hijos escribir una historia sobre lo mal que gestionamos los humanos nuestro entorno, lesionando la naturaleza y lesionándonos a nosotros mismos. Así nació esta historia, que cuenta las aventuras de Zorbas, un gato "grande, negro y gordo", cuyo inquebrantable sentido del honor le conduce un día a comprometerse a criar un polluelo de gaviota. La madre, una hermosa gaviota, atrapada por una ola de petróleo vertido en el mar por un buque varado, le deja en prenda a Zorbas, justo antes de morir, el huevo que acaba de poner. Zorbas, que es gato de palabra, cumplirá sus dos promesas: no sólo criará al polluelo, sino que le enseñará a volar. Los amigos de Zorbas, Secretarios, Sabelotodo, Barlovento y Colonello, le ayudarán en una tarea que, como se verá, no es tan fácil como parece, y menos para una banda de gatos más acostumbrados a hacer frente a la dura vida en un puerto como el de Hamburgo que a ejercer de padres de un cría de gaviota...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El pasado llega siempre que uno lo acepte con sus consecuencias, gracias y desgracias. El hecho es que ¿estamos listos para afrontar lo que hicimos y lo que dejamos pasar? ¿No es mejor sólo dejarlo atrás?

aleharo dijo...

si dejas el pasado te quitas parte de lo que ya eres ahora, no hay que dejarlo,