En Michoacán se está hablando seriamente de un candidato único entre los tres partidos competitivos: PRI, PAN y PRD. Es decir, no habrá elecciones y el candidato será elegido por un grupo de favorecidos, los líderes de los partidos y los empresarios de de Michoacán (la gente que sí importa). Mientras tanto el populacho nomás espera, sin saber cuál va ser su destino.
Si de por sí, en la “democracia” que tenemos en México, las opciones son muy pocas y las élites de poder mexicanas manipulan fácilmente al groso de la población a través de medios de comunicación y grandes espectaculares en las ciudades. Ahora, ya ni siquiera se piensan desgastar, se van a poner de acuerdo y erigirán entre ellos lo que es “mejor para el pueblo”.
Existe la otra posibilidad, en la que los partidos no tengan un candidato único, pero sí una misma agenda político-económica. Todo esto se remite al gran problema que se está viviendo en muchas partes del mundo: no hay opciones. ¿De qué le sirve a la gente de Michoacán votar por x partido, si al final, la política económica y social, va ser la misma? Siendo objetivos, no sirve para nada, quizá para favorecer a un grupo más que a otro.
Estamos viviendo una crisis importante en varios países del mundo, se está olvidado los orígenes de la democracia, se está olvidado que se trata de elegir entre opciones diferentes. Las élites ya no se quieren molestar, ya no quieren pelear, prefieren ponerse de acuerdo en un rumbo que no afecte los intereses de ninguno de sus miembros y rotarse el poder alternadamente.
Hay que esperar reacciones de la gente de Michoacán, se necesitan despertar ante el descaro que se está viviendo. No se puede tolerar que decidan por ellos unos cuantos, si se permite, se pretenderá generalizar este modelo. No se puede justificar esto en aras del progreso ni como salida rápida de la crisis. Estamos hablando de caminar por el camino del totalitarismo, estamos hablando de que estamos a un paso de la dictadura de un grupo disfrazado de democracia.