domingo, marzo 11, 2007

Las guerras del algodón de azúcar ®: Los humanos I

Léase Los nagas I, II y III.

I

El molino se podría ver desde la colina, donde los manzanos brillaban bajo el sol y varios niños jugaban, correteando entre el pasto y las flores. Era un paisaje maravilloso, un día hermoso y la gente se veía feliz más allá del molino, donde comenzaba el camino empedrado del pueblo de Frontera. Frontera era una un pueblo principalmente agrícola, sin embargo en los últimos años había crecido mucho, y el pueblo empezaba a tomar forma de ciudad. Había esas pequeñas diferencias, que denotaban la prosperidad de Frontera: la gente tenía tiempo libre para ir al teatro callejero, no había nadie que no tuviera siempre por lo menos un pedazo de pan que comer en su casa, la producción cada vez era mas mecanizada, había cada vez mas niños jugando en las calles y los viejos se veían sentados afuera de las principales avenidas discutiendo sobre el futuro de la humanidad.
Desde atrás de la colina de los manzanos, Rik estaba sorprendido. Había tenido mucha curiosidad por como vivían los humanos y por visitar la frontera entre Sakiki y el reino de Exodor, y solo se había contenido por un poco de miedo y pereza; sin embargo, hacia unos meses anduvo vagando con un naga hermafrodita por esos lugares y descubrió el pueblo de Frontera. Desde aquella ocasión se había sorprendido mucho al observar que tan organizado era el pueblo, y que tan felices se veían los humanos a pesar de no poseer magia. Duró varias horas observando, hasta que su compañero se hartó y se fue. Fue este mismo naga traidor, el que había expuesto a Rik ante el consejo y fue severamente regañado después.
Sin embargo, ahora estaba ahí de nuevo, solo, sin nadie que lo molestara, observando como los humanos se organizaban sin magia para producir comida de una manera sorprendente, incluso mucho más rápida y con menos trabajo que los nagas.
De pronto escucho un lamento, rápidamente Rik agudizó sus sentidos y escucho:
- ¡No por favor!, no me hagan daño, les juró que yo no robé nada.
- Calla maldita ladrona, vas a pagar caro lo que hiciste.
Rik se acercó al lugar de donde provenían las voces y se encontró con la escena: una jovencita de unos 17 años yacía en el suelo y dos hombres la veían ferozmente. La niña lloraba amargamente y se veía el miedo en sus ojos, Rik sintió algo en su interior al observar a la muchacha, tan diferente a lo que él conocía. Era mucho más pequeña, se veía más suave, sus labios no eran rojos ni azules, si no rosas, tenia el cabello corto y rosado, su piel era muy blanca, sus ojos eran verdes y aparte tenía piernas. Rik no podía dejar de mirar las piernas desnudas de la niña, se veían rosas, hermosas, diferentes y atractivas.
- Entonces, ¿vas a pagar todo lo que te robaste maldita ladrona? – dijo uno de los hombres con voz amenazante.
- ¡yo no fui! Y no tengo dinero para pagarles, en serio, ¡déjenme ir por favor! – la niña no dejaba de llorar amargamente.
- Quizá nos puedas pagar de otra forma – dijo el otro hombre con voz maliciosa.
- Si buena idea Héctor – dijo el primer hombre cogiendo a la niña de la mano y poniéndola de pie, el hombre pasó su mano por la pierna de la niña y esta empezó a forcejear tratando de zafarse, mientras Héctor la agarro fuertemente de ambas manos.
Rik no sabía que es lo que estaba pasando exactamente, pero algo en su interior le indicó que no era bueno, así que inmediatamente se abalanzó sobre el hombre que había pasado la pierna por debajo de la niña y lo golpeo fuertemente con su frente derribándolo y dejándolo sin aire.
- Déjenla, como se atreven – los hombres se sorprendieron mucho al ver al naga, mucho mas grande que ellos con el semblante serio y amenazador.
- Héctor, es uno de esas serpientes que hablan. ¿Qué haces aquí monstruo, te puedes meter en problemas sabías? – Rik miró al otro hombre llamado Héctor y le dijo: - suéltala, no te quiero hacer daño pequeño primate.
Héctor si estaba asustado y la soltó, la jovencita corrió hacia un lado y se quedo mirando también sorprendida al enorme naga.
- ¿A dónde crees que vas ladrona? – dijo el otro hombre llamado Fausto, incorporándose y tratando de alcanzar a la pequeña, pero antes de que pudiera acercársele un poco Rik ya estaba entre los dos con los brazos cruzados y la mirada penetrante: - ¿qué no entiendes estúpido?, déjala, vete de aquí antes de que te rompa cada uno de tus frágiles huesos.
- ¿Cómo te atreves a hablarme así reptil? Te vas a meter en un problema muy grande… mientras decía esto el hombre saco de su costado una espada corta bien afilada y la empuño amenazante… te voy a cortar en pedazos si no te mueves ahora mismo de enfrente serpiente.
Rik permaneció inmóvil, mirando el arma que portaba Fausto, al parecer no le tenía el menor miedo, a pesar de que él iba completamente desarmado. Se sorprendía que una criatura inferior y pequeña, tuviera el valor de efrentarlo.
- ¿No te vas a quitar?, entonces ¡MUERE BESTIA!... – cuando dijo esto lanzó una estocada vertical para tratar de atravesar a Rik por la mitad, Rik se movió ágilmente tomo el brazo de Fausto y lo rompió en dos fácilmente, el hombre lanzó un alarido de dolor… - Maldita bestia vas a morir … de su bolsillo saco un artefacto que Rik nunca había visto en su vida, era corto, tenia un aro de donde el hombre lo sostenía y en el centro del aro, apuntando hacia Rik tenia un pequeño pico triangular. El aro se iluminó color violeta y de la punta del pico salió un rayo de luz que le dio a Rik en el hombro. Rik sintió una punzada de dolor y de calor, así que reaccionó inmediatamente golpeando al hombre con su cola y éste cayo al suelo, un segundo después invocó una poderosa bola de fuego que se estrelló fuertemente contra el hombre, que no alcanzó a decir nada, simplemente se desintegró en el fuego.
El otro hombre gritó asustando y salió corriendo del lugar a toda prisa. Rik se llevó la mano al hombro, tenía un poco de sangre y le dolía bastante, pero al parecer solo había sido un rasguño, seguro se podría bien. ¿Cómo había sido posible que ese pequeño ser lo hubiera herido? ¿Si no podían hacer magia, como es que ese hombre lanzo un rayo de calor? De pronto Rik se acordó de algo más importante, la jovencita que había defendido, se giró y ella permanecía ahí mirándolo con curiosidad.
-¿Estás bien? – dijo Rik con voz tímida, había algo en esa niña que le hacia perder su poderosa personalidad.
- Muchas gracias – dijo la niña lanzándose a Rik y abrazándolo fuertemente. Rik primero se movió un poco hacia atrás instintivamente, pero después, poco a poco rodeo con sus brazos a la pequeña mujer humana. Sintió su calor. Los humanos tenían sangre caliente, los naga no, por eso es que Rik sintió su calor, también su olor a flores silvestres y su fragilidad. Algo se despertaba dentro de Rik, una sensación diferente, desconocida, por algo que sabía bien que estaba prohibido.
- ¿Cómo te llamas? – dijo la jovencita cuando se separaron. – Rik le contestó: - yo me llamó Rik - para la niña el tono de voz de Rik era siseante y se rió un poco: - hablas muy raro Rik, yo soy Cotton Candy, mucho gusto – dijo sin dejar de sonreír, y Rik sonrió. Por primera vez en su vida, sabía que quería estar con alguien, aunque esta persona no fuera un naga, si no uno de esos hermosos primates.

jueves, febrero 15, 2007

3 historias

Él sale de su casa y camina bajo la lluvia, tiritando un poco y observando otro tanto el cielo gris que no da señales de vida. Alrededor lo de siempre, gente, perros, gatos, vehículos, carteles en decadencia, etc.
Pasan varios minutos, varios carteles más, gritos, caras llenas de cansancio y algunos niños radiantes, cuando por fin camino solo por unas escaleras de piedra, entonces su mirada sufre un espasmo al encontrarse con la mirada de ella.

**

Ella tiene los ojos hinchados y llenos de lagañas, ha sido una noche larga, pero afortunadamente tiene algunos trucos y unos minutos después, sus ojos son hermosos, su tez blanca se ve impecable y su boca roja invita a besarla. Sale y el día es nublado, pero aún no ha comenzado a llover; tiene que recorrer el mismo paisaje natural de siempre, personas, el metro, calles que parecen inconclusas y corredores con ángulos surrealistas.
Después de una hora y unos cuantos minutos, por fin se encuentra ante el edificio de piedra y sube los escalones, entonces su mirada cambia de forma y sus pupilas se dilatan aunque haya exceso de luz: se ha encontrado con su mirada.

**

Era un día nublado, pero algunos rayos de sol se colaban esporádicamente entre las nubes. Dos personas se miraban fijamente, intentando descifrarse el uno al otro, no había ningún sonido, pero la comunicación era fluida. Sin decir nada ambos se sentaron y recargaron su espalda contra un muro de piedra. Pasaron algunos minutos, ambos permanecían en silencio, su mirada ya no estaba conectada, y a pesar de eso, se sentía como sus cuerpos vibraban. Ambos se pararon al mismo tiempo y se miraron una vez más y un destello broto de ambos, se dieron la espalda y caminaron hasta que la distancia entre ambos era infinita, caminando y sin dejar de sonreír.

domingo, febrero 11, 2007

Música Solar. Una historia de amor y muerte


Pues fuimos a Kino y…
El sol comenzó a danzar, giraba rápidamente sobre mi cabeza y no lo sentía, nadie se podía dar cuenta, pero danzaba y danzaba. Los rayos comenzaron a vibrar, entonces comenzó la sinfónica a tocar, altos y bajos tonos de color naranja rodeaban las gaviotas, la arena, la piel morena y sudada; así todo se complementaba.

El mar y el cielo jugueteaban, se miraban y se prometían amarse siempre, al final del horizonte sería su encuentro; mientras el sol seguía con su música, dándole calor a todo, dándole vida a lo descolorido, creando semitonos únicos y espectaculares.

El día transcurría y el cielo y el mar estaban felices y ansiosos porque al fin se encontrarían, se iban acercando más, allá lejos, donde nadie lo podía notar, en el horizonte. Ya estaban muy cerca, el sol había dejado de tocar, y cuando por fin el mar alzo su mano hacia el cielo, el sol se interpuso y abrazo fuertemente al cielo. El mar no lo pudo resistir, el cielo tampoco y juntos, con todo el odio que puede existir en un inmenso mar y en un eterno cielo, aplastaron al sol entre los dos. Todo el cielo fue bañado con la sangre del sol y la luz se volvió escarlata. Antes de morir se escucharon unas notan del réquiem del sol, que se fueron desvaneciendo mientras unas pocas estrellas se asomaban para ver el cruel asesinato…

Nótese que:
1. es un cuento asimétrico, de principio a fin.
2. también es convexo.

sábado, enero 20, 2007

si? aja

El pasado siempre llega despacio. La lluvia fría de enero remoja mis sentimientos y empieza a oler a cigarro, es como una melancolía ajena, sin embargo, siempre permanece, es imposible dejarla a un lado, es demasiado hermoso.
espera...
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Luis Sepúlveda prometió un día a sus hijos escribir una historia sobre lo mal que gestionamos los humanos nuestro entorno, lesionando la naturaleza y lesionándonos a nosotros mismos. Así nació esta historia, que cuenta las aventuras de Zorbas, un gato "grande, negro y gordo", cuyo inquebrantable sentido del honor le conduce un día a comprometerse a criar un polluelo de gaviota. La madre, una hermosa gaviota, atrapada por una ola de petróleo vertido en el mar por un buque varado, le deja en prenda a Zorbas, justo antes de morir, el huevo que acaba de poner. Zorbas, que es gato de palabra, cumplirá sus dos promesas: no sólo criará al polluelo, sino que le enseñará a volar. Los amigos de Zorbas, Secretarios, Sabelotodo, Barlovento y Colonello, le ayudarán en una tarea que, como se verá, no es tan fácil como parece, y menos para una banda de gatos más acostumbrados a hacer frente a la dura vida en un puerto como el de Hamburgo que a ejercer de padres de un cría de gaviota...

domingo, enero 14, 2007

Mi buen rojillo


“Patria, socialismo o muerte” – Hugo Chávez, presidente de Venezuela

Yo si quiero que el mundo se haga socialista, pero que no me quiten el Internet ni las laptops.

martes, enero 09, 2007

Lucha inerte

2:30 a.m. Descubrí que bonito era vivir en el campo. Un nuevo lugar, creado por mi mente. Afuera el Neon y el Platina estacionados, decido entrar por las llaves del platina, salto la barda con mi amigo y viene hacia mi un perro muerto en la infancia: - canela, canela – y mueve la cola. Salimos del rancho y veo a mis dos padres caminando hacia la tienda de tostitos. Prefiero caminar con ellos… despierto.

2:36 a.m. Tengo que ir al baño, tengo examen a las 6 a.m., que terrible porque aún no entiendo bien muchos de los temas. Regreso y miles de pensamientos inundan mi cabeza.

3:30 a.m. Una hora sin lograr encontrarme nuevamente en el mundo de los sueños, mis pensamientos vuelan a gran velocidad: si me le acerco más, quizá logre mi objetivo. Mañana tengo examen y aún no entiendo bien. Que interesante sería hacer una regresión lineal de universidades contra el PIB, bueno mejor TI contra el PIB per cápita. Se cierran mis ojos exhaustos y nuevamente: mañana tengo examen.

4:34 a.m. Bueno, si me duermo, todavía tendría como 1 hora pasaditas de descanso, solo alcance a dormir como 2 horas y media, cuatro horas no esta nada mal. Y si enciendo la computadora, quizá mis pensamientos se desvíen y se puedan relajar. Analizo. ¿Qué tan bueno ha sido dejar el budismo? Necesito volver a mi vida de antes. No puedo. Pero por lo menos volver al ejercicio vespertino de 4 horas, ¿habrá tiempo? Quizá si, todo el tiempo del mundo.

5:21 a.m. El tiempo vuela sin nadie que se atreva a detenerlo. Por lo menos mañana podré dormir casi toda la tarde y despertaré al otro día lleno de energía. Tengo que pagar la tarjeta de crédito, tengo que ir a comprar algunas cosas a perisur.

5:30 a.m. Mejor me baño de una vez, total el examen es a las 7 a.m. ya nomás salgo y me espero un ratito viendo algo que hacer (sin repasar nada).

6:00 a.m. Espero la oportunidad de irme.

domingo, diciembre 10, 2006

Merlina III

Siento no haber escrito antes. Estoy en temporada de exámenes y casi no he tenido tiempo libre, aparte el frío y la emoción de regresar a Hermosillo me han distraído bastante, pero aquí esta la tercera parte de Merlina, como le prometí a Lucy, es más larga que de costumbre, enjoy!:
III

Merlina no sintió nada por unos 5 segundos, solo había obscuridad y una sensación de vacío. Sintió miedo por primera vez ¿Qué tal que Evisen era mala? Quizá estaba muerta… pero de pronto: colores, miles de colores a su alrededor, hacia calor, pero el clima cálido era confortable, la hacía sentir muy bien, sintió una inmensa paz y 10 segundos después estaba boca arriba en el pasto suave, viendo nubes en un cielo azul.
Después de haber estado bajo la lluvia, en un clima frío, ver el cielo azul y sentir el sol en la cara hizo que Merlina se sintiera muy bien. Se puso de pie y se dio cuenta que había varias personas observándola, lo que hizo que se ruborizara y sintiera pena, porque había permanecido varios minutos tendida en el pasto.
Escucho una voz que decía: - muy bien, ya estamos todos, ahora si empezaré a contarles todo, pero antes debo presentarme y presentar a mis compañeros. Yo soy Carcass – dijo el hombre que había estado hablando. Tenía el cabello largo y una larga barba color negro, sus ojos eran azul claro y tenía una mirada penetrante. El hombre continuó: - ella es Evisen - dijo señalando levemente a la elfa que Merlina había conocido – él es Thorw – al tiempo que decía esto Thorw inclino un poco la cabeza. Era rubio también barbado, muy alto y una confección robusta, tenía expresión muy amable, hacia que Merlina sintiera que podía confiar en él, a pesar de su gran tamaño. – Y él es Tramasil, otro elfo como Evisen… - señaló a un elfo color blanco con el cabello azulado, era más alto que Thorw y Carcass, y tenía las orejas alargadas como las de Evisen. Miró indiferente a Merlina, esta desvió la mirada y se dio cuenta que por poner atención a Carcass no sé había percibido que había otros jóvenes de su edad también parados a su espalda mirando con atención a Carcass y a los otros.
- Nosotros somos miembros del consejo de la Atlántida. Sé que todos ustedes, excepto Esand, están asombrados por lo que esta ocurriendo en este momento, pero no se preocupen voy a pasar a explicarles, si gustan pueden sentarse en el pasto… - y el mismo Carcass y los otros tres se sentaron en el pasto, Thorw se rió a carcajadas diciendo: - si, porque el discurso de Carcass va a durar bastante. Los elfos se sentaron sin decir nada, con la mirada perdida en el horizonte. – Bueno, ¿por donde empezar? Ah sí, bueno primero les explicaré que son ustedes y porqué están aquí.
-Todo comenzó hace miles de años, cuando los primeros hombres evolucionaban y se iban adaptando según sus necesidades. Entonces ocurrió algo que es transcendental en la historia del ser humano: el descubrimiento del fuego. Sin embargo la historia es algo diferente a como la cuentan los homo sapiens, se dice que el primer hombre observó como un rayó cayó del cielo, producto de una tormenta e inició el fuego en un árbol seco. La realidad es que no fue un rayo, si no otro hombre que moría de frío y logro comunicar eso a la naturaleza creando así fuego. Fue así como se separaron las razas, el hombre había dado otro salto en la evolución y nació el homo magicus. No podíamos convivir con los homo sapiens, ellos nos tenían miedo y tuvimos que marcharnos a vivir a otra parte, lejos de ellos, para evitar conflictos.
En este momento un muchacho de lentes interrumpió: - disculpe que lo interrumpa señor, como es posible que si en verdad pasó eso, los homo magicus no extinguieran a la raza de los homo sapiens, si es natural del hombre y de las especies, que sobreviva la más fuerte. Carcass se quedó mirando al joven: - ¿cómo te llamas muchacho? – El muchacho un poco tímido respondió: soy Mark. – Muy bien Mark, eres un chico listo, sin embargo, la naturaleza del homo magicus es muy diferente a la de las otras especies, sabíamos que teníamos un poder diferente, pero no queríamos usarlo en contra nuestros hermanos. Por años siempre hemos ayudado a los sapiens y hemos aprendido también mucho de ellos, aunque todo siempre ha sido en secreto. Continuando con la historia, emigramos todos a un continente que creíamos que estaba desierto. Ahí sin embargo habitaban unos seres maravillosos que eran mucho más similares a nosotros que los sapiens, ellos son los Elfos. Ellos también eran seres mágicos y pensantes como nosotros, solo que ellos provienen de la madre tierra: son hijos de los bosques y partidarios de la filosofía del equilibrio. Los elfos no conocían magia destructiva, solo magia del equilibrio. Fue así como nosotros aprendimos de su filosofía y ellos de la nuestra, nuestra magia fue llamada la magia roja y ellos poseían la magia amarilla y verde.
- Años después, en este gran continente donde cohabitamos elfos y hombres, nació un niño llamado Atlante. Posteriormente ese niño descubriría la magia azul y se convertiría en uno de los líderes más importantes de nuestra raza. Así llegó el periodo conocido como el periodo azul, y se formó la Gran Ciudad, que fue llamada Atlántida después de la muerte de Atlante.
- Todos los detalles de nuestra historia la conocerán después, creo que me estoy excediendo con mi introducción. Ustedes están aquí reunidos, porque cada cierto tiempo nacen nuevos homo magicus que han logrado evolucionar. Tenemos gente que vive en la tierra encargados de buscar a gente como ustedes, y ahora estamos aquí como cada año, para que den inicio al camino de la sabiduría y aprendan a utilizar el don que les ha dado la naturaleza.
Carcass guardó silencio durante varios minutos y todos se quedaron cayados observándose los unos a los otros. Parecía que Carcass quería que todos digirieran las noticias que les acababa de dar, sabía que era sorprendente para casi todos ellos. Todos estaban callados, pensando, excepto una joven elfa, de tez azul claro, grandes ojos, boca grande y cabello azul obscuro que llevaba en una cola. Ella veía a todos con una sonrisa en la cara y pregunto: - Carcass, ¿Podemos presentarnos ya? – dijo esto sin dejar de sonreír un solo momento, parecía muy feliz.
Carcass se rió: - si es buena idea Esand, empieza tú por favor. Esand dio un gran salto y dijo: - Yeiiii, si, si, si – dijo moviendo mucho la cabeza de arriba abajo y alborotando su cabellera: - mi nombre es Esand, soy un elfo, tengo 17 años, me gustaría aprender magia como la que hace Evisen, es decir, magia azul, y quiero ser su amiga, porque ¿saben?, no hay muchos jóvenes de mi edad, de hecho creo que soy la única elfa de 17 años en toda la Atlántida… - Basta Esand – dijo Evisen con tono autoritario - … esta bien, ¿Cómo se llaman ustedes amigos? – terminó Esand ya menos excitada que antes.
- Yo soy Hitomi, mucho gusto. Tengo 18 años y soy de Japón. Actualmente estoy estudiando biología, estoy sorprendida y emocionada, tengo mucha curiosidad de conocer más, y realmente sería un placer tener una amiga elfa como tu Esand. – ¿Lo dices en serio? Yo también quiero ser tu amiga, si, si, si – dejo Esand muy emocionada y dando pequeños saltitos.
Hitomi tenía el cabello corto y negro. Sus ojos eran rasgados y tenía la piel muy blanca. Era muy delgada, a comparación de Esand, que al igual que Evisen, su cuerpo estaba perfectamente formado. Nadie más hablo ni se presentó y Carcass seguía con la mirada a cada uno de los recién llegados. Hasta atrás del grupo había un chico con mirada calculadora, mirando a todos como si fueran a ser sus futuros competidores. El chico tenía cabello ondulado color café, su piel era blanca, era demasiado delgado y con nariz afilada. Su mirada se cruzó con la de Carcass y le dijo: - Muchacho, quieres hacernos el favor de presentarte. El muchacho tuvo un pequeño sobresalto, como cuando descubren a alguien haciendo algo malo, pero se recuperó de inmediato y respondió: - Si soy Paul, de Francia, tengo 20 años y estoy estudiando ingeniería en sistemas. Cuando termino de decir esto, Paul inclinó un poco la cabeza sin dejar de mirar directo a Carcass a los ojos. Todos los demás fijaron su atención en él, pero este no se inmuto y siguió mirando a Carcass. – Muy bien - dijo Carcass, ¿Quién más puede presentarse? Que tal tú – dijo señalando a Merlina que estaba distraída mirando a Paul.
- Creo que te habla a ti – dijo Hitomi tocando el hombro de Merlina. – Ah ¿yo? Soy Merlina, a no, ¡perdón! Soy Marlene – Merlina se sonrojó: - lo siento es que todos me llaman Merlina. Todos se rieron, incluso Carcass, y esto hizo que Merlina se pusiera más roja. – No te preocupes, te seguiremos llamando Merlina aquí también pequeña, ¿de donde eres? – dijo Carcass con voz paternal. –Soy de México, estudio Sociología y tengo 19 años, mucho gusto a todos. – Mucho gusto, si, si, si, es un placer conocerte Merlina – dijo Esand.
- Hola a todos – dijo un joven de cabello rubio y ojos cafés – mi nombre es Josué y soy de Israel, yo estudio Matemáticas, es un gran placer conocerlos a todos ustedes, hizo una reverencia y se rió. – ¿En serio estudias matemáticas? Yo también, dijo una chica muy alta, más alta que todos los chicos presentes. La chica era robusta, llena de pecas y pelirroja – ¡Oh! lo siento, soy Helena, de Rusia. – Pues si nos llevaremos muy bien querida – dijo Josué con una gran sonrisa en la cara.
- Bueno - dijo Carcass – solo falta que se presenten estos dos jovencitos. Dijo mirando a directamente a Mark y a otro muchacho que también llevaba gafas como Mark. – Yo soy Mark, como había dicho, soy de Escocia y estudio Historia. Terminando de decir esto se quedó pensativo hasta que finalmente dijo: - Disculpe señor Carcass, ¿qué idioma estamos hablando y porque todos lo sabemos? – Muy bien Mark, fuiste el primero en notarlo, tienes un intelecto envidiable. Estamos hablando Atlante, al entrar a la Atlántida tus células se comunicaron con todos aquí y aprendiste nuestro idioma inconcientemente al igual que todos tus compañeros. Merlina se decepcionó de si misma, ¿cómo había sido tan torpe y no se había dado cuenta que no estaba hablando español?; se volvió para ver los demás y parecía que todos estaban en una situación similar a la de ella, a excepción de Esand que miraba a todos muy contenta y de Paul, que miraba a Mark profundamente.
- Faltas tú pequeño, ¿cuál es tu nombre?, el chico que faltaba tartamudeó un poco: yo so so soy Paco, de Dinamarca y estudio Física. – Muy bien, ya nos conocemos todos, al fin. Todos ustedes son el nuevo grupo, la nueva legión de estudiantes de la magia. Obsérvense y conózcanse bien, serán compañeros de por vida, aunque no lo quieran sus destinos ya están atados. A partir de ahora ustedes solo aprenderán solos y tendrán que ayudarse los unos a los otros, ya que la magia no es algo que se aprenda de la noche a la mañana, cuesta mucho tiempo de reflexión y control, y sobre todo de dominio de sus emociones. Siento mucho decirles pequeños que no puedo responder todas sus preguntas en este momento, es parte de su formación comprender por ustedes mismos. Le diré algo muy importante: pueden morir en el transcurso de aprendizaje así que aún puedes decidir no aprender magia y volver a su vida normal como homo sapiens.
Todos se quedaron muy serios ante las palabras de Carcass. ¿Había dicho que podían morir? Merlina pensó un momento en morir en ese lugar desconocido rodeada de extraños, ¿valdría la pena el riesgo?, algo en su interior le llenaba de calma, le decía que todo iba a salir bien, que no habría ningún problema. De pronto fue sacada de sus pensamientos por una voz temblorosa: - yo si quiero regresar señor, quiero dedicarme a la fi fi física. No me gusta nada esto, no quiero morir – era la voz de Paco, se veía muy atemorizado. – Muy bien dijo Carcass – cuando dijo esto hizo un movimiento con su mano y el chico se rodeó de una luz blanca muy intensa y desapareció. Todos balbucearon algo y Esand no pudo evitar expresar su tristeza.
- ¿Alguien más se quiere ir? – dijo Carcass. Nadie respondió nada. Parecía que todos los demás estaban dispuestos a correr el riesgo. Merlina sentía un poco de miedo, pero era más su emoción por lo que estaba a punto de comenzar en su vida: la magia, siempre había soñado con algo así, su vida estaba llena de fantasías, ahora sabía que era real y podría mostrar a todos los que se burlaron de ella alguna vez que ella tenía razón, incluso podría mostrarles a sus padres que la magia si existía y ellos dejarían de molestarla y la respetarían.
- Muy bien estoy orgulloso de su legión. Siempre se van más de 3, veo que ustedes son muy valientes. A partir de ahora todo dependerá de ustedes – mientras decía esto Carcass y los otros se pusieron de pie, Carcass se acercó a Merlina y le dio un objeto plateado en forma de una estrella: - Esta es una estrella polar, cuando señala el norte se pone azul, cuando señala el sur se pone roja, el este es amarillo y el oeste es verde. Úsala bien pequeña Merlina Brisma.
Era la segunda vez que oía ese nombre y no pudo evitar preguntar inmediatamente: - ¿Por qué me llaman Brisma?, Carcass se rió: - es el nombre de tu familia. Bueno los dejo, les deseo la mejor de las suertes, con un poco de suerte y talento, espero volver a verlos algún día. Caminen hacia el oeste hasta que su vida se vuelva verde… - cuando dijo esto desaparecieron todos: Carcass, Evisen, Thorw y Tramasil.
Todos se quedaron callados un momento viendo a Merlina. ¿Por qué le había dado Carcass la estrella polar a ella? ¿Qué harían a continuación? Merlina miró a su alrededor y solo veía pasto verde, cielo azul y nubes blancas.