viernes, febrero 10, 2006

Desarticulando palabras


Escindí una nube en dos y cincelé con sangre su nombre en la montaña. El sabor al café promiscuo con saliva, con un respiro de amoniaco y una gota de jabón. Revoloteé tan alto como una cascada de arpegios y me apoderé mil musas entre las yemas de mis dedos. Solo me quedó un cabello, entre las cuerdas.

1 comentario:

Shinji dijo...

Que chido que te llege la musica, es exactamente lo que sucede, despues de algun fa menor muy prinunciado....

SAludos!
:D