Otro camino más en el horizonte. ¿Cuántos más habrá? Me encuentro expuesto al libre albedrío, a la luz de las palabras quemantes. Amigos y sueños convergen, y más allá el infinito lleno hasta el tope de nada. Mi vida va desde preocupación por la reforma fiscal hasta el caracol que salto de la rama y rompió su preciada conchita.
Y hace unos minutos me quede mirando fijamente una barda que me recordó cuanto añoraba brincarla, si, cuando quise explorar el mundo sin límites, solo brincando las bardas, saltando a los pozos o lanzando piedras a las nubes. ¿Y ahora que queda de eso? Solo un suspiro. Aún creo que es tiempo, siempre lo creo, a pesar de que el tiempo es infinito, no me alcanza para mí, espero algún día me volveré eterno. Salud mi buen ROJILLO.
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