lunes, diciembre 05, 2005

Nocturna en mi b mayor


Entra entre cada una de mis células, haciendo vibrar la esencia más profunda de mi ser. Es un baile ontológico. Son burbujas que se evaporan dentro de mí pero no son calientes, son muy frías, grises, azules, azuladas, escalofriantes, es un orgasmo del alma y de mis sentidos. Esta toda la nostalgia del mundo concentrada en un solo punto y se dispersa, explota en una pasta de colores, que me embarran y me chisporrotean por todas partes.

Cada vibración es un encuentro nuevo con un alma anterior, cada sonido le hace el amor a mis oídos, y estoy ante la espera, todo me deja ante una espera, algo que no sé si va a llegar alguna vez, pero irremediablemente tengo fe. Y luego esta esa sensación de intensidad y desconfianza… de que algo no va a ocurrir.

Me dejo caer, me rindo ante tal belleza. Mis ojos no entienden de nada más, el final ha llegado, me dejo morir ante la majestuosidad de los acordes, y el cosquilleo final permanece, el viejo sabor añejo, se va yendo y me deja desvanecido.

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