Siempre pensé que algún día dejaría atrás a Hermosillo; a su gente despreocupada e impuntual, sus chismes, etc. Siempre quise dejarlo atrás, porque me sentía que no pertenecía a él. Tengo un día que lo dejé y siento que han sido varios meses, ha sido bastante difícil hacerme a la idea de que ya no voy a ver mi cuarto, el Colson y otros tantos lugares que formaron mi vida. Pero sobre todo, saber que no podré estar con ella, cuando era mi compañera casi a diario, eso es lo que más me duele.
Lo curioso del caso es que el dolor es provocado pensando en lo que vendrá, es decir, apenas tengo un día que me he separado de ella, y en muchas ocasiones pase ese lapso de tiempo (o más) sin verla, y no sentía el dolor que siento ahora de haberme separado desde hace varios años. No sé si con el tiempo comenzaré a vivir nuevamente, encontrando alegrías y felicidades. Pero me he dado cuenta de que si ella no esta conmigo algo muere dentro de mi, algo que es insustituible; no creo que exista nada que pueda llenar ese vacío que me ha dejado, solamente ella misma puede darme la chispa de la vida.
1 comentario:
te amo!
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