domingo, junio 04, 2006

JS Bach


La lluvia tiene un efecto relajante por las tardes, cuando todo el día ha sido consumido por las nubes grises y el poco de calor que pudimos robarle al sol se ha ido, dejando solo un frío azul y penetrante. El mundo lleno de melancolía y de nostalgia crece como cáncer hacia todas direcciones. Después de eso solo la belleza majestuosa de un cello, de un clavicordio, de las flautas, de violines o algún otro instrumento dibujan lo hermoso que tiene cada cosa que rodea el escenario.

La lluvia cobra otro sentido, se mezcla con las calidas notas emanadas por el cello. La suite va cambiando los colores de azul a rojo, y de verde a amarillo, en ocasiones tiene un efecto contrario, pero los colores cambian gradualmente de una forma maravillosa, produciendo un espectáculo inolvidable.

Las notas del piano se van produciendo en una fabrica similar a la que produce los sueños, entran entre las nubes y las vuelven rosadas; son notas que cambian de sabor, son un poco acidas, pero al contacto con tu lengua se vuelven azucaradas y se deshacen como si fueran de algodón de azúcar. Hay un proceso de retrospectiva, y puedes comenzar a ver cada segundo de tu vida, pero en otros colores, más hermosos que como antes los recordabas.

Se le encuentra la esencia a todo. Comprendes el olor de la boca de tu mujer amada, al fin entiendes el sabor que tiene el agua, el olor del viento, el color de todas las estrellas, la textura de una silla, la radiación que sale tu mente, que tan suave puede ser tu cabello, que tan alta es la mesa de tu casa, cuantas veces cabes tu en otra persona, que el color de la sangre es rojo, pero el rojo no es el color de la sangre, aprendes a respirar perfumes y a dormir entre flores todo el día… la magia si existe, y se encuentra en todos los objetos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la verdad yo tambien creo que con la musica, todo es mejor, la musica, abre la mente!8-|

by, Fer madrid