viernes, septiembre 15, 2006

Los Nagas III

Warning: contenido 100% fantástico
Texto pertenenciente a Las guerras del algodón de azúcar®
Nota: si quiere comprender bien, se sugiere leer post anteriores.
Había pasado un buen tiempo desde la última vez que los nagas habían visto a su líder Nimbus. Rik, Merc y Luppy lo recordaban sentados junto al río, viendo como muchos niños nagas jugaban al “patinaje instantáneo” en el río. El juego era sencillo, los niños congelaban el agua bajo su cola y tenían que congelar cada centímetro por que se fueran a deslizar. Había otros que trataban de descongelar el hielo de sus amigos para que estos cayeran al agua, los que iban cayendo perdían y el último en quedar sobre un pedazo de hielo ganaba el juego.
Hacia muchos años desde que Merc jugó con Rik a “patinaje instantáneo”, en esos tiempos Luppy todavía no llegaba de la provincia, pero Rik y Merc se conocían desde toda la vida, Merc recordaba que Rik y él, habían vivido siempre en la capital. Se conocieron precisamente jugando en ese mismo río, Rik molestaba a otros niños, ya que siempre había sido mucho más grande y fuerte.
- … este es mi río y si quiero lo evaporó al instante, así que vamos a seguir mis reglas les guste o no – Rik veía amenazante a los otros niños nagas que no se atrevían a responderle.
Merc se acercaba al río y no ponía atención a Rik en absoluto, se metió en el agua fresca e hizo algo de vapor que provocó el calor su magia natural que lo rodeaba siempre.
Rik volteó sorprendido para ver al pequeño naga hermafrodita que había ignorado su orden por completo: - Hey tú forastero, que no escuchaste que este es mi río, ¿por qué te metes sin mi permiso?... – Ese recuerdo congeló de pronto a Merc, ¿acaso Rik le había dicho forastero?, ¿Por qué no podía recordar una vida antes de vivir en la capital?
- Oye Rik, ¿tú recuerdas cuando llegué a vivir a Sakiki? – preguntó Merc tratando de captar la mirada de Rik.
Rik estaba ensimismado viendo a los niños jugar y Luppy miró a Merc: - ¿Qué no naciste aquí? – No lo sé, acabo de recordar algo… – contestó Merc sin quitar la mirada de Rik. Se levanto y rozó la espalda de Rik con su cola, Rik le dirigió una mirada irritada: - ¿qué pasa Merc? Merc tenía la mirada un poco pérdida y comenzó balbuceando: - ¿tú recuerdas cuando llegué por primera vez a Sakiki? - ¿QUÉ? – respondió Rik otra vez irritado. – ¿Qué si recuerdas cuando llegué a vivir a Sakiki?
Rik miró a Merc con extrañesa y tardó un momento en contestar, pensó un tiempo, tiró de su cuerno hacia abajo un par de veces, hasta que finalmente dijo: -¿qué no tú siempre has vivido aquí? Merc volvió su mirada al río y contesto: - Recuerdo cuando llegué a este río y tú como siempre querías imponer tus reglas. Yo entré justamente por donde están esas rocas, e inevitablemente hice un poco de vapor que llamó tu atención, y tú me llamaste forastero, ¿acaso no lo recuerdas?
Rik frunció el seño – No, no, no. No me acuerdo. Me acuerdo que nos conocimos aquí, pero es todo. Terminando su frase se volteó a ver de nuevo a los niños que jugaban en el río.
Merc ya no quiso insistir en el tema. Era un recuerdo muy viejo, quizá realmente nunca había pasado, porque el recordaba perfectamente que siempre había vivido en Sakiki, solo, con su padre. Su madre había muerto cuando el había nacido, sin embargo, su padre, a pesar de ser un naga hombre, lo había cuidado siempre muy bien.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de Rik: - he estado yendo a la frontera – ¿uh? – alcanzó a decir Merc sin pensar. -¿Rikky eso es peligroso no crees?, habías dicho que ya no volverías a ir – dijo Luppy con su voz melodiosa. Hasta ese momento Merc entendió bien lo que había dicho Rik: - ¡RIK! Habías dicho que ya no volverías a ir a la frontera, no recuerdas que tuviste problemas hace unos meses por eso.
- ¿El pequeño Rikky ha regresado a la frontera?, este nuevo gobierno es menos considerado con aquellos que van a vivir entre esos salvajes – un naga hombre, con cola negra y cuervo azulado se acercó a ellos, al terminar su frase miro despectivamente a Luppy. – ¡Que te pasa! ¿Por qué miras así a Luppy? – Rik se abalanzó sobre él y lo empujó con tal fuerza que el naga negro quedo boca arriba en el pasto, este se levantó sobresaltado y retrocedió con rapidez: - ¡YA SABES PORQUE LO DIGO, ELLA NACIÓ ENTRE HUMANOS¡ - Vete de aquí Retrevus, no eres bienvenido – dijo Merc con una mirada seria y serena. – Es una ciudad libre ¿no?, aparte el pequeño Rikky esta exponiendo nuevamente al gran reino de Sakiki, aunque esos salvajes seres no mágicos deberían de haberse extinguido hace mucho tiempo y una guerra con ellos sería una buena oportunidad para imponer a la raza más fuerte ¿no? – Luppy no vivía entre HUMANOS, vivió cerca de la frontera y los humanos no son unos salvajes – dijo Rik amenazante.
Retrevus lo miró sorprendido: - ¿tú también vas a defender a los humanos como esa traidora? Esta vez fue Merc el que se acercó en un segundo a Retrevus y lo tomo de los cuernos y lo levanto un poco: - Escúchame extremista, gracias a la familia de Luppy, que conocen a los humanos como todo naga debería de conocerlos, se ha mantenido la paz con ellos, mejor lárgate de aquí antes de que te calcine los cuernos – de las manos de Merc salía un resplandor rojo y había algo de humo emanando de los torcidos cuernos de Retrevus – Suéltame – chilló éste. Merc lo soltó y Retrevus salio reptando, alejándose rápidamente.
- Y ahora, ¿Qué pasó Rik? ¿Por qué volviste a la frontera y porque ahora defiendes a los humanos, cuando antes los odiabas? Rik miró a Luppy y a Merc sintiéndose acosado por las miradas de ambos.
- Les contaré todo, pero no aquí hay mucha gente…

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