Afila la espada y penetra lentamente el corazón. El color de la sangre, rojo escarlata es natural con su sonrisa. El dolor es lo que no puede soportar, toma la espada por el filo con su mano desnuda y la retira luchando con toda su fuerza, el rojo sigue envolviéndolo todo, transformándose en figuras surreales. Se prepara para luchar, no se quiere dejar derrotar, prefiere ahogarse en su sangre antes que caer, prefiere que ella se beba cada gota, antes de ver los ríos correr. En un último esfuerzo, mientras sus rodillas tiemblan de cansancio, su vista se desenfoca, su boca seca con el característico metálico sabor de la sangre, su cabeza apunto de estallar, saca lentamente su espada, dispuesto a dar la ultima estocada, a darlo todo por amor, no piensa en morir, solo en ella… y se lanza. Ambos caen muertos; en su cara, donde el dolor se mezcla fortuitamente con el rojo, sus labios se distorsionan en una sonrisa, y sus ojos ya no ven en este mundo, solo la ven a ella…
*inspirado en este buen dibujo de chocolatita
*inspirado en este buen dibujo de chocolatita
4 comentarios:
hola erudito, rockero, buena gente :) hahahahahahahaha
y algún día he de morir... pero contigo
fantasma felipo...
Yo diria que sus ojos no la ven a ella, sino simplemente no ven este mundo...
Lis Espinoza
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