domingo, febrero 21, 2016

Morado

Tanta furia y pasión, nuestro amor se forjó en el sexo. Sudor, quejidos, deseo interminable … de eso surgió el amor. Amor puro. Luz, compañía, comprensión, intelectualidad … pero, sobre todo, la brutalidad que representan todos los colores al mismo tiempo, como el fuego y el hielo, el sabor del corazón. 

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domingo, diciembre 06, 2015

Vida líquida

La vida es evasiva. El tiempo pasa y me sigue eludiendo. La felicidad, la tristeza, la melancolía y el dolor. Todo lo mezclamos en un crisol, lo calentamos, lo enfriamos, lo ingerimos, respiramos; después emana de nosotros para llover sobre alguien más. La vida es algo que nunca entenderemos. Somos limitados, no lo creemos y buscamos sin saber que no es necesario. Tenemos todas las tardes de su vida, todos los instantes (¡qué son infinitos!) de nuestra juventud, y a pesar de todo, no soñamos con ser viejos.

¡Amo mis canas!


Me gusta cada día, me gusta renacer a cada instante y el viaje que hago entre mis recuerdos. Todas las mañanas selecciono una memoria de cinco minutos, la palpo, la saboreo y la muestro aunque nadie la vea. Y luego el amor, que prescinde a tantos y los confunde con la carne y la estética. Ahora que he visto al amor de frente, que sé que la pasión tiene muchos colores, sonrío ante lo rústica que puede parecer la vida.

sábado, julio 25, 2015

Escritor

Como un escritor que olvida hacia donde va el viento, así se cuela entre mis ojos electrones por doquiera. Como si mi corazón ya no aguantara más, como si el agua ya no fuera transparente, sino roja, roja carmesí como tus labios.

¿Cuantas veces hace falta repetir lo mismo? La complejidad del mundo no me corresponde. Soy bohemio y mágico, de lado del menospreciado, agachado entre las hierbas, esperando el momento, agazapado, pero listo.

Así las nubes. Así el cielo azul. Entre tus manos se convierte la esperanza y regresa ese destino en que mis palabras se transforman en un velo, y la realidad ya no es clara, sino lo contrario.

martes, abril 28, 2015

Desierto, día y noche

Un fuego, un fuego solo, un sólo fuego
un fuego como río atravesado
y desierto atesorado;
la danza de unos de tus cielos
que no testiguan nunca
la flama de mi acto;
una mano roja, una espalda que adormece
como la sombra curva que desciende
cuando toca la cima de la aurora;
unas piernas, fuentes del clamor;
unos muslos entre sombras que se rosan
en mi tacto rojo por la tarde;
un pecho que me atrapa
y transforma las luces;
un sueño, sólo un sueño,
unos labios tan sólo,
unas palabras mansas que trascienden

como alma sepultada por la arena...

Dedicado y basado en Octavio Paz

jueves, mayo 15, 2014

Lotería babilónica

El resultado de estas líneas se debe a la elección de palabras de manera aleatoria, similar a la técnica de Cadáveres Exquisitos de Paul Éluard, André Bretón y Tristian Tzara.

Bajo la colina, la astuta culebra estudia a su víctima. El Marxismo rojizo ya ha volado muy lejos, por otro lado, el trabajador azulado renuncia a seguir luchando. En el río, el salmón apacible es ultrajado por la culebra. Un zorro, también apacible, observa la escena, enfermo. De pronto, aparece un caballo pequeño que reclama su lugar en la tierra y el universo, parece un dragón bizarro, dispuesto a triturar a su presa, sin reclamos. Finalmente, el chocolate limpio siempre se agazapa.


La constelación fugaz alarga los minutos. Un castor corre grotescamente bajo el cielo negro, la rana, húmeda, pisa al castor con sus enormes patas. Siempre húmeda. El cuadro arrullador, sonríe. Mientras tanto, del río, el chocolate colorido nace gravemente. El blanco ostentoso tapa todo lo demás. Una boina se para para morder. El psique es nebuloso y trata de revivir. La guitarra vociferante, ama con todo su laberinto.

miércoles, diciembre 19, 2012

El ciclo de Kara Thrace: Finale



¿Cuántas veces repetimos el ciclo? ¿Conocerlo es la muerte verdadera?
la nave de resucitación no es más que una alegoría de nuestro juego,
gracias Kara, el ciclo está a salvo, la vida sigue y sigue,
y la espiral se proclama verdadera, como una creatura nueva.

El sentido de su vida, mi observación permanente y cuando faltó el temor: todo es parte de mí. Dios. Al fin lo recuerdo, bajo todas las sombras angulares. Es necesario que olvide que Dios y yo somos lo mismo, para cuando recuerde, escriba sin sesgo divino todas las vidas: cylons y humanos por igual.

Todo estaría perdido. Pero Kara…

Kara mi querido mensajero, mi poderosa guerrera, mi semi-diosa sudada; guió la historia en mi ausencia, aterrizó en la tierra mis delirios y al final; cuando supo que estaba cerca de lo perdido, me invocó y volvió. Kara, poseedora de mi valor y coraje, mas no de mi miedo; se alza como un ser alado y de golpe me devuelve mi carácter divino.

Fue mi reflejo, simuló mortalidad y brindó muerte. Muerte obscura y luna eterna para todos aquellos que me pertenecen. Esa necesaria destrucción para la reactivación de los vientos, de la chispa y aliento, que da vida a lo natural y artificial. ¡Oh Kara! ¡Cómo agradecerte que te desprendieras de mí y ejercieras mi voluntad en el mundo terral! Con nuestra unión gobernamos nuevamente y creamos las canciones de las estrellas.

Nuestra sinfonía perfecta se reanuda. Cuando el tiempo nos consuma, tú volverás. Recuerda trabajar sin miedo y con fuerza, forja con fuego tu alma, edifica tu mundo y solidifícate como acero. Prueba el amor esta vez mi querida hija, te permitirá diluirte entre los mortales y al sentir el verdadero dolor, me despertarás nuevamente.

Kara. Vuela nuevamente cuando hayamos terminado. Regresa entre los tuyos siendo yo, vuela veloz en tu viper, destruye cuando sea necesario, inmortaliza tu raza y planta recuerdos a cada instante. Estaré observando, mientras lentamente te olvido y será tu objetivo cautivar con tus encantos y ejercer mi divinidad por los ciclos de los ciclos, amén.

lunes, diciembre 17, 2012

El ciclo de Kara Thrace: Unión de luces



¡Tormentas, fuego, lluvia ácida y estrellas! ¡Al fin juntos!,
como la marea que siempre regresa, como las burbujas
explosivas, como el universo que termina, nos encontramos;
este destino es nuestro, tracémosle.  

Beso. La básica expresión de unión, de magia, de sentimiento. Pueden pasar siglos sin que el sabor desvanezca, sin que el sonido diluya, sin que recuerde el comienzo. Kara me besa, pero su beso lleva una pasión armónica, no blasfema, con sentimientos claros y evidentes. No estamos ahí por un ardiente deseo, no es la burda carne, ni las hormonas. Es una necesidad paternal, filial, de energía atómica uniendo nuestros cuerpos.

Así se creó el universo. Con la unión de dos, con el regreso de su hija a su padre, uniendo los cabos sueltos, danzando valses perfectos, sudando con cada respiración y exhalaciones calientes. Así nacimos y nos repetimos cada instante, segundos para los Dioses, eones para los hombres, suspiros para Kara Thrace. Así convergen las líneas espaciales, así se entienden las coordenadas: nos llevan a donde empezamos, en donde se curva la luz y la gravedad nos vuelve súper densos.

Inexperiencia. Las gotas de agua circulan por nuestra espalda, son la destilación de energía consumada, la creación. Escribir con saliva y dibujar curvas imaginarias, mas se convierten en imágenes superpuestas cuando cierro los ojos, es masa crítica a punto de ebullición. Con paciencia, sin esperar nada, me entrego a la musa, buscando mi sombra entre sus piernas.

Su beso y abrazo me capturan, siento sus manos, piernas, abdomen, aliento y cabello. Pruebo su piel, saboreo sus ojos, su boca y su lengua; su mente se va fundiendo lentamente con la mía. La sensación va más allá de cualquier entendimiento, es una coreografía antigua que me hace recordar. Cuando una burbuja revienta y ella deja de respirar, desaparece dentro de mí. Somos uno.