miércoles, enero 02, 2008

みどり(Midori): historia de un amor plástico

La primera vez que Marcus Black y Midori tuvieron sexo, la vida de Marcus cambió. Fue un encuentro ocasional en un bar de la metrópoli de Trántor. Marcus quedó cautivado por su belleza y sus piernas a la primera mirada.

Después de un par de bebidas se encontraban en el cuarto que Marcus había rentado en su visita a Trántor. Cuando terminó después de 4 penetraciones, Marcus estaba exhausto y en un éxtasis total, pero Midori se tenía que ir.

Pasaron 2 años sin que volviera a verla y ella nunca le dijo su secreto. Marcus experimentó todo lo que pudo, estuvo con muchas mujeres de diferentes planetas y ninguna logró darle el mismo placer que le había dado Midori. Había algo en ella … cuando cerraba los ojos podía ver sus hermosas piernas, su cabello teñido color verde que se venía natural, sus ojos profundos, su mirada ardiente, los gemidos armoniosos, su sudor sin olor, la fricción de su piel y la perfección de sus músculos.

Cuando el segundo año estaba por llegar Marcus se levantó más temprano de lo normal. Tomó una tasa de café y salió a fumarse un cigarro a la terraza de su departamento en la ciudad de Kornell. Llevaba dos días sin pensar en Midori y su vida iba recobrando sentido, cuando su mirada chocó en la acera de enfrente de su edificio con una figura verde que hizo que tuviera una erección instantánea y su mente comenzara a flotar. Era Midori, caminando, flotando ante a sus ojos, con naturalidad y delicadeza, cautivando con cada paso su mente y emitiendo una fragancia inmortal.

Marcus corrió con toda su alma, se olvido de ponerse zapatos, se olvido que llevaba pijama y que su cabello estaba alborotado.

Su esfuerzo y la perdida de su capacidad para respirar tuvieron los resultados esperados, logró alcanzar a Midori y la tomó por la cintura. Le dijo que la amaba, que jamás había vuelto a sentir lo que sintió aquella vez hace dos años con ella. Midori escuchó todo lo que él le dijo con una mirada de preocupación. Cuando Marcus se quedó callado mirándola, saboreándola, imaginándola, explorándola, etc. Ella al fin le dijo su secreto: “lo que hicimos esta prohibido, no soy dueña de mi misma, soy un robot”.

Marcus comprendió entonces muchas cosas y porque nunca había vuelto a tener algo parecido con otra mujer (humana).

Un año después en un planeta del anillo más lejano de la Vía Láctea se despierta Marcus y besa a su querida Midori. Este día ella lleva el cabello negro y unos lentes cuadrados. Después de hacer violentamente el amor sobre la mesa y quebrar algunos platos. Midori hace desayuno y Marcus piensa: “soy adicto al plástico”.

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