Hace unos años, cuando el Meño y yo vivíamos en el mismo departamento, se quedó el Luisfer a dormir en la casa porque era fin de semana y resultaba más fácil que viajar en la noche hasta su propio departamento.
En la mañana, estabamos tirando barra los tres, mirando el techo y platicando tonterías, cuando Luisfer se le antojó un chocomilk. El Meño le dijo - No hay pedo, ahí hay leche y chocomilk en la cocina.
El Luisfer se levantó a tomar un vaso, le echó leche, y le echó una cucharada copeteadísima de chocomilk, luego le hecho una segunda, una tercera, una cuarta... y en ese lapso los ojos del Meño se iban abriendo con cara de incredibilidad... iba ya en la sexta cucharada cuando el Meño le dijo: - Culón que pedo, no tienes que echarle tantas cucharadas.
El Luisfer, empezó a revolver y volteo con los ojos en blanco diciendo: -Qué mamón eres we, si se llama chocomilk, porque debe de tener más choco que milk, o ¿cuándo has oído que le digan "milk-choco"?
Yo me empecé a reír un chingo y el Meño alcanzó a decir: - ¡Qué loco este vato!
1 comentario:
jjajajajaa... Se me antojó bien recio D:
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