lunes, noviembre 26, 2012

El ciclo de Kara Thrace: so say we all





El arte de sobrevivir tan sólo con adrenalina, la fuerza y el miedo son cosas diferentes, sentidas desde ángulos opuestos ante la eminente caída del status quo. No obstante, se necesitan en diferentes dosis. Ante la impotencia del espíritu, la adrenalina da el primer impulso, la fuerza proyecta y el miedo vuelve a los seres paranoicos.

 
Y La fe. La esperanza. La divinidad. El propósito.

 
El deleite de una copa de vino, la luz que olvidamos ver, lo extenso del universo y los elementos primordiales. Se vislumbran en la sombra, atrás del aro de Saturno, las constelaciones mágicas forman entramados de luz.

 
Kara Thrace nunca lo reflexionó, no sabía de dónde venía ese vívido guerrero cuando se adentró en lo profundo de su misma naturaleza. No sabía nada. No sabía de música, de armonía y perfección. Poco sabía de la divinidad y su deidad, pero sobre todo, nunca supo nada del miedo.

 
La palabra clave para explicar a Kara Thrace es, fue y será destino.


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