—Está muy bien Mike, pero, ¿por qué no sacaste comida de las máquinas expendedoras? — Dijo el Gera en un tono sarcástico. — Porque todas están totalmente saqueadas — Respondió Mike con un tono similar. Nos volteamos a ver todos mientras comíamos y entonces la Neni dijo — Eso quiere decir que puede haber más gente aquí en el edificio… — Liz interrumpió — También puede ser que la gente, antes de escapar, saqueó las máquinas.
—Pues quién sabe. — Terminó el Mike. — ¿A dónde vas Nacho? — continuó el Mike. El Nacho se había parado sin comer y volvía a asomarse hacia afuera. — ¡A ningún lado ¿qué no ves?! — Él seguía hostil y hablaba siempre alzando la voz. — Uyyyy — Le dijo la Neni — ¡Qué carácter! —Sí ya bájale — dijo el Gera. —Pues estamos rodeados, a pesar de estamos comiendo esas madres que trajo el Mike, nos la vamos a pelar. — Mira cabrón — dijo el Mireles que había permanecido callado durante toda la conversación — Ya déjate de mamadas we, queremos aportes positivos aquí. El Nacho se limitó a mirarlo y se sentó en el piso, alcanzó una barrita de granola y empezó a comer.
—Yo opino que deberíamos dormir — dijo Luisa. Inmediatamente dije — Estoy totalmente de acuerdo contigo Luisa, tenemos que dormir un rato. — Sí — dijo el Rudo y continuó: — Ya hay que dejar de preocuparnos por un momento, estamos cansados y jodidos, tenemos que dormir para pensar con mayor claridad. Todos aceptaron moviendo la cabeza. Empezamos a buscar lugares para dormir. El piso era una opción natural, pero quizá se podía estar más cómodo. El Gera usó su mochila de almohada y quedó se durmió al instante.
Laura y yo volteamos unas sillas sobre una alfombra que se encontraba en el lobby, de tal forma que el respaldo inclinado de la silla, servía de almohada. Usamos la típica técnica que usábamos en el colegio para dormir en la biblioteca, Liz se acercó y nos dijo — Claro, si algo nos enseñó el colegio es pistear y dormir en el piso. Ella también tomó una silla y la volteó en el piso. El Rudo se emocionó y aplicó el mismo procedimiento. El Nacho andaba jalando unas macetas, quizá quería hacer algo con las plantas para dormir. El Mike y la Neni se acostaron en una mesa y acomodaron unas carpetas encima. El Dogo y la Luisa llegaron a nuestro lado y el Dogo se quitó un suéter que traía puesto y se lo puso a la Luisa como almohada. Esta fue mi última imagen antes de quedarme dormido.
—PUUUUUUUUM — un ruido estruendoso me despertó de un saltó. Laura se incorporó también. — ¿Qué fue eso? — dijo Laura. El Dogo se paró al instante y el Gera ya estaba caminando — Cabrones, no está el Nacho — dijo. Todos nos despertamos. — ¿Qué pedo? — dijo el Mike con voz somnolienta. Afuera, en la calle, se veía que ya era noche. — ¡¿Qué chingados está pasando?! — dijo el Rudo. Me paré y busqué entre todos para confirmar, que en efecto faltaba el Nacho. — Aguanten — dijo el Gera — la puerta del Lobby está abierta. Fijé apresuradamente mi mirada en la puerta, estaba completamente abierta.
3 comentarios:
Nos va a cargar la verch!!!
Lo que el Rodolfo quiso decir es: nos va cargar la verga loco.
Nooooooooooo, porque nos dejas asi con esta insertidumbreee!!!!
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