jueves, julio 07, 2011

Mexican Frenzy: Sangre

Ver parte 5.

La puerta se abrió. Liz entró rápidamente y Laura volteó su mirada hacia abajo para buscarme, cuando me vio me hizo señas para que subiera. Comencé a correr y vi que el Gera subía rapidísimo por las escaleras. Cuando empecé a subir pude ver que en el pasillo ya venían corriendo el Mike y la Neni, seguidos muy de cerca por Luisa. Subí a la escalera de dos en dos escalones y en cuanto llegué a la cima, abracé a Laura y le dije — Muy bien hermosa, te rifaste con la puerta. Al mismo tiempo asomé mi cabeza al interior, Liz y el Gera ya estaba adentro. Se veía un pasillo alfombrado, paredes blancas y varias puertas, el Gera estaba tirado el piso, con una mochila en la mano que no había notado. Volví a asomarme para ayudar a subir a la Luisa, el Mike subió corriendo agarrado de la mano de la Neni, ambos se veían bien. La Neni tenía los ojos muy abiertos con expresión de shock. El Mike dijo — No mames, neta, creí que no la íbamos a librar — La voz del Mike estaba temblorosa, se veía bastante cansado, con ojeras, los pies sucios y sangre en varias partes, con todo, no estaba herido.

El Rudo llegó con Diego y varios zombies pisándole los talones, hasta el final, el Dogo y el Mireles seguían siendo el equipo defensor que habían matado muchos zombies, con una horda de muertos vivientes a su alrededor, se defendían ágilmente y luchaban con todas sus fuerzas para evitar que llegaran a nosotros. — ¿Dónde está el Nacho? — pregunté. — ¡A la madre! No sé we — me dijo el Mike. El Rudo subió las escaleras, mientras yo me atravesaba para bajar — ¿A dónde vas cabrón? — me dijo el Diego. —Falta el Nacho we. De pronto, escuchamos unos gritos — ¡Ayúdenme, ayuda, ayuda! — era el Nacho que venía corriendo entre varios zombies, le faltaba un tenis y corría desbalanceado, lo que provocó que tropezara justo a lado del Dogo y el Mireles que seguían matando zombies y avanzando a la escalera. El Diego me dijo — Yo voy por él. Al instante saltó de la escalera para ir a salvarlo. Un zombie se abalanzó sobre el Nacho y justo unos segundos antes de ser mordido en el cuello, Diego atravesó su cabeza con la estacada que portaba — Vámonos huerco, pero en chinga — dijo Diego apremiante, mientras ayudaba al Nacho a levantarse. —Muchas… gracias… we… — dijo el Nacho, todavía con los ojos en shock y la respiración entrecortada.

El Dogo y el Mireles ya habían subido la escalera, el Dogo en cuanto subió gritó — ¡Luisa! ¿Dónde estás?, Luisa salió a abrazarlo — ¡Boni, boni, estaba bien preocupada, boni!

Nada más faltaban Diego y el Nacho de subir, varios zombies venían corriendo a la escalera — Apúrense — les dije desesperadamente. Nacho y Diego subieron casi al mismo tiempo pero, cuando Diego ya estaba casi en la puerta con nosotros, un zombie agarró su pierna, Diego pateo al zombie con su otra pierna, pero llegaron 3 zombies más a jalarlo, el Nacho lo tomó del brazo subirlo rápido y yo también hice lo mismo. Diego de pronto gritó en un alarido de dolor y justo después de grito, la resistencia se acabó y logramos subirlo.

Entramos con él cojeando a la casa y sangraba de su pierna. Cerré la puerta rápido, justo para escuchar los golpeteos de los zombies contra la puerta de metal. El Mike abrió los ojos como platos — ¡No mamen! ¿Lo mordieron? — El Nacho contestó: — Sí, pero no pasa nada, todo bien. El Gera se incorporó de un salto — No mames Munguía, mátalo sácalo a la verga de aquí. El Mireles apunto con su escopeta lanza clavos — Hazte a un lado Nacho. Diego alcanzó a hablar con la voz temblorosa, estaba muy asustado y habló sollozando: — Pinche puñetas, por favor, no me va a pasar nada. El Nacho dijo — No se pongan locos, este morro me salvó, es otro pedo… no terminó de decir la frase porque Diego empezó a vomitar sangre, sus ojos se volvieron más negros, su cuello se torció de una manera macabra y empezó a gritar. El Nacho lo soltó y Diego clavó la mirada en donde yo estaba.

Cayó sobre mí intentando morderme y logré detenerlo con las manos mientras escuchaba varios gritos de mis amigos y amigas. Laura reaccionó rápido y lo jaló tratando de quitármelo de encima, pero Diego-zombie aprovechó y se lanzó gritando y escupiendo sangre sobre ella de un salto. Justo cuando su boca se iba a cerrar en la pierna de Laura, la mano poderosa de Liz Leyva enterró un zapato de tacón en el ojo de Diego que lo hizo retroceder gritando y echando chorros de sangre, en ese momento el Dogo cayó encima de él con su bate, lo golpeó hasta que su cráneo tronó y dejó de moverse.

4 comentarios:

Rodolfo Ostolaza dijo...

a webo.... no fui el primero en morir... sorry Diego

Rodolfo Ostolaza dijo...

a webo, no fui el primero en morir

Anónimo dijo...

Que horror!!!! uno menos...... y ahora que va a pasar????

Luis García S. dijo...

Chingado... Pensé que nadie se iba a morir. Ya me arruinaste el fin de semana, a ver como le hace pero lo tienes que revivir jaja.